La familia Martínez Sampedro pedirá mañana a la junta de accionistas de Codere el ejercicio de una acción social de responsabilidad contra su presidente, Norman Sorensen, por gestionar “sin neutralidad y siempre en beneficio de un accionista y en perjuicio de todos los demás”.
En caso de no ser aprobada esta petición por la junta, la familia Martínez Sampedro, fundadora de Codere y dueña del 18,5 % de su capital, llevará el caso a los tribunales a título personal.
Sorensen asumió la presidencia de Codere, tras la decisión del consejo de administración, liderado por el fondo Silver Point (22 % del capital), de cesar en enero del año pasado a los hermanos José Antonio y Luis Javier Martínez Sampedro como presidente y vicepresidente de la compañía, respectivamente.
Los Martínez Sampedro consideran "evidentes" las consecuencias que ha tenido para el valor de Codere la actuación de Sorensen "sin la neutralidad que exige su condición de consejero independiente y el buen gobierno de una compañía cotizada, actuando siempre en beneficio de los intereses de un accionista y en perjuicio de todos los demás", entre otras cuestiones.
La petición de acción social de responsabilidad fue incluida en el orden del día de la Junta a petición de la familia Martínez Sampedro, que ha pedido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que obligue a los fondos que controlan el grupo de juego a lanzar una opa sobre el 100 % de su capital por actuar de forma concertada e "ilegal".
La junta también deberá votar a petición de los fundadores de Codere que se reformulen las cuentas y los estados financieros de la compañía y que no se apruebe la gestión del consejo de administración.
El orden del día de la junta incluye la propuesta del consejo de administración de nombrar consejeros dominicales a Alberto Manzanares Secades y Fernando Sempere Rodríguez en sustitución, previsiblemente, de los hermanos Martínez Sampedro (no serán renovados al vencimiento del periodo para el que fueron nombrados).
Tras ser apartados de sus funciones ejecutivas, ambos permanecieron en el consejo de administración, donde Masampe (sociedad que aglutina la participación familiar) cuenta con un tercer asiento que ahora ocupa Pío Cabanillas.
Los Martínez Sampedro consideran que fueron cesados por discrepancias en la gestión de Codere con los fondos "buitre" que se hicieron con la mayoría del capital durante su reestructuración financiera y a los que acusan de basar su estrategia en continuos "recortes", entre ellos de plantilla, restando así capacidad de crecer en ingresos.
Esta mala gestión, aseguran, es la que ha llevado a que las acciones de la compañía hayan perdido desde enero de 2018 hasta ahora un tercio de su valor en bolsa, pasando de 9,5 euros a poco más de 3.