Jesús Centeno
Pekín, 27 jun (EFECOM).- El presidente chino, Xi Jinping, llegó hoy a Osaka (Japón) para participar en una cumbre del G20 que estará marcada por su reunión con su homólogo estadounidense, Donald Trump, la crisis que afecta a su socio iraní o su defensa a ultranza del multilateralismo frente a lo que considera medidas proteccionistas.
Xi afronta la cumbre en plena guerra comercial con Estados Unidos tras visitar a su aliado comunista de Corea del Norte y en medio de la crisis desatada en Hong Kong, que ha atraído el foco internacional tras las masivas protestas de las últimas semanas.
- A SOLAS CON TRUMP PARA DESBLOQUEAR LAS NEGOCIACIONES:
La cumbre estará marcada por el encuentro con Trump, que podría suponer un punto de inflexión en la guerra arancelaria que mantienen ambas potencias desde marzo de 2018.
La reunión podría saldarse con una nueva tregua arancelaria que desbloquee las fallidas negociaciones, aunque los analistas creen que la negativa a realizar concesiones podría truncar un acuerdo definitivo.
Los temas de la discordia son el acceso al mercado chino y la competencia contra las subsidiadas estatales chinas, la propiedad intelectual, la transferencia forzada de tecnología y la ciberseguridad.
- DARLE UNA VUELTA A LAS REGLAS DEL COMERCIO:
La defensa del multilateralismo es el mantra que Xi lleva por bandera en los foros internacionales desde que accedió al poder, y China ve la cumbre como una plataforma para ajustar la gobernanza económica global a un mundo multipolar en el que se oiga la voz china en temas como el sistema de comercio, la economía digital, el clima, la energía o el medio ambiente.
La espinosa reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC) es otra de las cuestiones que Xi pondrá sobre la mesa y se espera que el mandatario busque aliados para renovar el funcionamiento de la institución y garantizar su "imparcialidad" y sus "valores fundamentales".
China quiere corregir lo que considera "discriminación" de algunos estados contra las inversiones de otros países, actualizar regulaciones en las normativas sobre subsidios o modernizar sus funciones en la negociación, seguimiento y resolución de disputas.
- ECHAR UN CAPOTE A SUS ALIADOS:
Xi sigue con sumo interés todo aquello relacionado con dos de sus dos socios más controvertidos, Irán y Corea del Norte. Si en las vísperas del G20 Trump amenazaba a Irán con responder por la fuerza a cualquier ataque contra ellos, China defendía la "estricta" implantación del acuerdo nuclear frente a unas "sanciones unilaterales" de EEUU encaminadas a "aumentar la tensión".
Washington y Pekín difieren respecto a Teherán, especialmente desde que EEUU impusiera en 2017 sanciones a compañías y particulares chinos por cooperar con el programa de misiles iraní o supuestamente violar restricciones a las exportaciones a Irán, situación que también se extiende a Corea del Norte.
China sigue siendo clave para que se cumplan las sanciones a Pionyang: Xi escenificó recientemente una renovada amistad con el líder norcoreano, Kim Jong-un, erigiéndose en el principal mediador para la desnuclearización coreana -rol hasta ahora perteneciente a Seúl-, y podría utilizarla para lograr concesiones de la Casa Blanca.
- DE LA CRISIS HONGKONESA, NI HABLAR:
Xi llega a la cumbre en pleno estallido de la crisis desatada en Hong Kong por un polémico proyecto de ley de extradición que ha generado protestas y el rechazo generalizado de la sociedad de la excolonia británica, que exige que se trate el tema durante el G20.
Sin embargo, China ya ha asegurado que "no permitirá" que se aborde este tema durante la cumbre porque se trata de un "asunto interno" en el que "ningún país ni individuo extranjero" debe intervenir.
La crisis ha generado críticas a nivel internacional por la represión policial durante las manifestaciones y levantado sospechas de que Pekín esté dejando a un lado la fórmula de "un país, dos sistemas", que permite a Hong Kong disfrutar de ciertas libertades democráticas que no existen en la parte continental.
- LOS BRICS, EJE DE SU ESTRATEGIA:
El presidente chino aprovechará la cumbre para avanzar en diversos proyectos de cooperación y también sostendrá reuniones informales con los líderes de los BRICS -aparte de otra con solo los de Rusia e India- y de países africanos.
Xi mantendrá su primer encuentro con su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, quien pretende hacer una visita oficial al gigante asiático este año para limar asperezas -acusó a China de "querer comprar el país" cuando fue reelegido- y buscar nuevos acuerdos de inversión.