La Unión Europea (UE) y el Mercosur cerraron este viernes un acuerdo de asociación "histórico" y "sin precedentes" que llevaban negociando 20 años y que supone el mayor pacto comercial jamás alcanzado por ambas partes al crear un mercado de 780 millones de consumidores.

"Es un momento histórico", según coincidieron la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, y el ministro de Exteriores de Argentina, Jorge Faurie, cuyo país está al frente de la presidencia pro tempore del Mercosur.

Este acuerdo "sin precedentes", en palabras de Malmström, supone el mayor hito comercial para ambas partes con el aliciente de que se trata de un pacto de región a región y que sólo tiene un precedente para la UE en el que firmó con seis países de Centroamérica.

La comisaria sueca recordó que hoy hace justo 20 años se iniciaron las negociaciones en Río de Janeiro, unos pactos que han sido concluidos en un momento difícil para el sistema multilateral de comercio por el proteccionismo que propugna el presidente de EEUU, Donald Trump.

"En medio de las tensiones comerciales internacionales, estamos enviando una señal potente de que apoyamos el comercio basado en normas", escribió desde la cumbre del G20 en Osaka (Japón) el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en su perfil de la red social Twitter.

El acuerdo UE-Mercosur eliminará la mayor parte de los aranceles a las exportaciones europeas al mercado sudamericano y hará a las empresas comunitarias más competitivas al ahorrarles 4.000 millones de euros en derechos de aduanas al año.

Los negociadores técnicos de ambas partes, así como los ministros de Exteriores de los cuatro países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), protagonizaron una última semana de negociaciones sin descanso en Bruselas para limar las últimas diferencias.

LOS PUNTOS MÁS DELICADOS

Los temas más sensibles eran las importaciones de carne de vacuno y de azúcar procedentes del Mercosur, con países como Francia, Irlanda, Polonia o Bélgica que habían dado la voz de alarma al temer por sus producciones nacionales.

El comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, reconoció hoy en una rueda de prensa que la UE tuvo que hacer "significativas concesiones" en ese apartado pero que finalmente el resultado ha sido "equilibrado, integral y ambicioso".

Han acordado un sistema de cuotas para el vacuno, el pollo y el azúcar a lo largo de cinco años para que los productores tengan tiempo para adaptarse, así como unas salvaguardas en caso de "perturbaciones graves" en el mercado e incluso un fondo de mil millones de euros para apoyar a los agricultores europeos en ese caso.

A cambio, la UE ha logrado la abolición de aranceles en todos los vinos y cervezas, así como significativas cuotas libres de aranceles para el queso y otros productos lácteos y la protección de 370 indicaciones geográficas europeas.

El pacto impulsará igualmente la exportación de productos industriales europeos al eliminar los aranceles a los vehículos, los componentes de automóviles, la maquinaria, los químicos, los productos farmacéuticos, los textiles y calzado o los tejidos de punto.

Otro aliciente serán las nuevas oportunidades que se abren en el mercado de licitaciones públicas de servicios de telecomunicaciones o transporte.

MÁS ALLÁ DE LA PARTE COMERCIAL

La UE es el principal socio comercial del Mercosur, con unas exportaciones de bienes al bloque sudamericano de 45.000 millones de euros en 2008 y de servicios de 23.000 millones en 2017.

Como acuerdo de "nueva generación", las partes se comprometen a acometer los más altos estándares laborales y medioambientales, de manera que deben acatar acuerdos como el de París contra el cambio climático.

El acuerdo de asociación que han concluido la UE y el Mercosur va más allá del libre comercio, ya que se basa también en un pilar de diálogo político y otro de cooperación, los cuales fueron acordados ya en Montevideo en junio de 2018.

En aras de la transparencia, Malmström aseguró que el texto del acuerdo estará disponible desde este fin de semana.

A continuación, ambas partes procederán a la revisión legal del texto acordado y la Comisión Europea lo traducirá a todas las lenguas oficiales de la Unión.

El acuerdo entrará en vigor en su integridad cuando lo aprueben el Parlamento Europeo y los Parlamentos de todos los países.