Madrid, 1 jul (EFECOM).- El presidente de la patronal madrileña CEIM, Miguel Garrido, considera que la posibilidad de que los trabajadores se organicen el tiempo de trabajo para conciliar, con la llamada "jornada a la carta", es una medida "inviable" para las empresas y "perjudicial" para la actividad económica.
En una entrevista en Efe, el recién nombrado líder de los empresarios madrileños ha mostrado su preocupación por cómo afectará a las compañías este cambio normativo cuyo impacto aún es "incipiente" pero ante el que augura que "complicará" la organización del trabajo.
"Esto puede ser muy complicado, que cada persona tenga derecho a fijar una jornada laboral a su medida puede hacer que la organización del trabajo en una empresa sea inviable y, por lo tanto, una medida muy perjudicial a la actividad económica", ha explicado Garrido.
La Ley de Igualdad de 2007 permitía la adaptación y distribución de la jornada laboral de los trabajadores, siempre que así lo contemplaran sus convenios colectivos o se lograra el visto bueno de la dirección de la empresa.
Esta posibilidad, que podían solicitar padres con niños menores de 12 años, es desarrollada recientemente por la Ley de Igualdad Laboral, permitiendo al trabajador solicitar estos cambios, incluyendo el teletrabajo, aunque su convenio no lo recoja.
Para ello, planteará los cambios al empresario que deberá, en un plazo de 30 días, aceptar la propuesta, proponer una alternativa o rechazarla "indicando las razones objetivas" y, caso de discrepancia, el texto recoge que "serán resueltas por la jurisdicción social".
"Estamos preocupados", ha asegurado Garrido, por la aplicación de esta normativa que ya ha generado alguna sentencia y que "no se sabe cómo va a afectar en las empresas".
Preguntado por su opinión ante el alza del salario mínimo interprofesional (SMI) a 900 euros en 2019, Garrido ha considerado "muy positivo" que suban los sueldos, porque es un síntoma de que "las cosas van bien y seguirán yendo bien", porque a mayor crecimiento, mayor capacidad de gasto de las personas".
En Madrid, el impacto ha sido menor que en otras regiones, ha explicado, "al tener un nivel de vida más elevado", si bien sí que ha repercutido en las cuentas de resultados de microempresas y autónomos.
Garrido ha criticado, no obstante, que esta medida no se haya adoptado con la participación de los agentes sociales (patronal y sindicatos) y que no vaya acompañada de una mejora de la productividad, para que las empresas no pierdan competitividad.
Por ello, ha instado al Gobierno a que rebaje los costes laborales de las empresas, vía recorte de las cotizaciones sociales, que ha considerado un "impuesto al empleo" y "absolutamente antisocial".
También ha mostrado su disconformidad con la ausencia de diálogo social previo a la puesta en marcha de un registro de jornada, una obligación que "complica las relaciones laborales e introduce una mayor rigidez" en las empresas.
"Partimos de que hay que luchar contra el fraude" de las horas extra, ha dejado claro en cualquier caso Garrido, porque es algo que "genera competencia desleal entre unas empresas y otras".
Preguntado por su opinión de cara a la formación de Gobierno en España, el líder de los empresarios madrileños ha asegurado que, cuanto antes de conforme un Gobierno "estable", mejor para que muchas empresas continúen con sus políticas de inversión y para seguir siendo un pueblo de atracción inversora.
"Creemos que los gobiernos moderados, que respeten la actividad económica son los mejores", ha dicho Garrido, si bien no ha querido posicionarse por ninguna alianza concreta.