El precio del petróleo de Texas (WTI) para entrega en agosto abrió este lunes con un ascenso del 2,46% (1,44 dólares) y a las 09.05 hora local (13.05 GMT) el barril cotizaba a 59,91 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York tras el deshielo en las relaciones comerciales entre EE.UU. y China.
El precio del crudo texano se acerca a los psicológicos 60 dólares el barril, sobre todo gracias a que la OPEP y sus aliados parecen encaminados a extender los recortes de suministro hasta al menos el final de 2019 en su reunión en Viena esta semana.
En todo caso y tras la crisis del estrecho de Ormuz entre EEUU e Irán -aún por ver cómo evoluciona-, los inversores han recibido bien lo que al parecer es un acercamiento, producido el pasado fin de semana, en las relaciones comerciales entre Washington y Pekín, lo que puede animar al crecimiento.
El pasado sábado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, acordaron una nueva tregua en su guerra comercial por la que Washington frenó la imposición de nuevos aranceles a China y accedió a permitir que las empresas estadounidenses vendan productos a la tecnológica Huawei.
Durante una reunión de más de una hora en la ciudad japonesa de Osaka, donde ambos participaron en la cumbre del G20, Trump y Xi accedieron a reanudar las negociaciones comerciales y aparcaron la amenaza estadounidense de extender sus aranceles a todas las importaciones chinas.
"Vamos a trabajar con China desde donde nos habíamos quedado para ver si podemos llegar a un acuerdo", dijo Trump en una conferencia de prensa al término de la cumbre en Osaka.
Trump había amenazado con imponer aranceles de entre el 10% o el 25% a unos 325.000 millones de dólares en importaciones chinas, lo que había alarmado a los mercados internacionales y a numerosas empresas estadounidenses, que temían aumentos de precios en algunos de los productos preferidos por los consumidores.