Brasilia, 1 jul (EFECOM).- El acuerdo de libre comercio del Mercosur y la Unión Europea (UE) generó este lunes algunos recelos entre la oposición brasileña, que mientras estuvo en el poder apostó sin éxito por esa negociación y ahora pide conocer todos sus "detalles".
"Me preocupa el hecho de que el acuerdo haya sido cerrado en un momento en que Brasil y Argentina están con una gran fragilidad y vulnerables y pueden aceptar cualquier tratado para luego decir que lograron alguna cosa", dijo el ex ministro de Exteriores Celso Amorim.
Durante los ocho años en que estuvo al frente de la diplomacia brasileña, Amorim fue un activo impulsor de esas negociaciones, que después de dos décadas finalmente fructificaron la semana pasada, cuando se anunció el acuerdo definitivo en Bruselas.
Amorim, afiliado al progresista Partido de los Trabajadores (PT), de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva, hoy en la cárcel por corrupción, y Dilma Rousseff, destituida en 2016 por irregularidades fiscales, consideró que la UE pudo haberse "aprovechado" del difícil momento político de los dos mayores socios del Mercosur.
Argentina está en medio de un proceso electoral en el que estará en juego la reelección del conservador Mauricio Macri, y Brasil, gobernado ahora por el ultraderechista Jair Bolsonaro, afronta, al igual que el país vecino, un difícil escenario económico.
Según la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, "sólo será posible evaluar si el acuerdo anunciado es ventajoso o no cuando se revele su real contenido, qué sectores ganan y cuáles pierden aquí y allá", pues hasta ahora "todo es especulación y propaganda".
Aun así, Hoffmann fue cautelosa, al igual que otros dirigentes del PT, partido que hoy encabeza la oposición a Bolsonaro pero que gobernó en Brasil entre 2003 y 2016, es decir durante trece de los veinte años que duraron las negociaciones, en las que el país siempre participó activamente.
En la misma línea se expresó el diputado Alessandro Molon, del Partido Socialista Brasileño (PSB) y jefe del grupo opositor en la Cámara baja, quien dijo que "si bien ha sido divulgado con mucho entusiasmo", falta "conocer totalmente los términos" del acuerdo.
"Sólo así podremos entender el impacto real para el país", dijo Molon a Efe.
Recelos similares expresó el presidente del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Juliano Medeiros, quien dijo que "hay motivos para preocuparse por las consecuencias peligrosas para la economía, como la pérdida de millares de empleos o una desindustralización".
En declaraciones a Efe, Medeiros apuntó que se le "exigirá al Gobierno que actúe con transparencia" y afirmó que la izquierda brasileña estará "junto" a sus "socios" del Mercosur y la UE, preparada para "resistir a cualquier medida" que afecte a los trabajadores, el medio ambiente o los derechos humanos.
Los sindicatos brasileños, en su mayoría alineados en el arco progresista junto al PT, divulgaron un comunicado en conjunto con otras centrales obreras de Argentina, Paraguay y Uruguay, en el que exigieron más "transparencia" tanto al Mercosur como a la UE.
El comunicado fue difundido en Brasil por la Central Única de los Trabajadores (CUT) y sostiene que es "esencial contar con estudios de impacto" no sólo en lo económico sino también en lo social y en el ámbito labora,l, sobre todo cuando los cuatro países del Mercosur enfrentan elevadas tasas de desempleo.