Madrid, 2 jul (EFECOM).- El Banco Santander se quedará con su Ciudad Financiera, en el municipio madrileño de Boadilla del Monte y que alberga los servicios centrales del grupo, tras alcanzar un acuerdo con los hermanos Simon y David Reuben, asentados en Londres y de origen indio, según han informado a Efe fuentes jurídicas.
El Banco Santander ha llegado "a una solución amistosa" con los Reuben por la que el grupo presidido por Ana Botín terminará comprando su Ciudad Financiera -por un importe que no ha trascendido y que incluiría una indemnización a los citados hermanos-.
Ambas partes estarían "muy satisfechas" con el acuerdo alcanzado, añaden las mismas fuentes.
La Ciudad Financiera se planificó en la época en la que el Banco Santander estaba presidido por Emilio Botín para ahorrar los costes que suponían los 23 edificios que ocupaban en Madrid capital los servicios centrales del grupo.
El proyecto faraónico, diseñado por el arquitecto irlandés Kevin Roche, costó 480 millones de euros, incluyó la construcción inicialmente de nueve edificios, 400.000 metros cuadrados y más de 5.000 plazas de aparcamientos.
Entre esos nueve edificios, que comenzaron a usarse en 2004, destacaba el "Pereda", donde se encontraba el despacho de Emilio Botín y la sala del Consejo de Administración.
En 2008 el banquero optó por vender el complejo a un consorcio liderado por el grupo británico Propinvest, controlado por el entonces magnate Glenn Maud, quien se asoció con el irlandés Derek Quinlan para adquirir el inmueble a través de Marme Inversiones.
El Banco Santander acordó la venta y firmó un contrato de alquiler de 40 años, pero Marme Inversiones se declaró en concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos, y el juzgado mercantil número 9 de Madrid es el encargado de liquidar sus activos.
Por eso en los últimos meses fue el encargado de recibir las ofertas por la Ciudad Financiera, entre las que se encontraba la propia del Banco Santander, que buscaba ahorrarse la multimillonaria renta de alquiler anual.
Sin embargo, la propuesta de los Reuben resultó ser, para el juez, la mejor opción, aunque poco después varios bancos acreedores de los hermanos consideraban que Sorlinda, el vehículo con el que pretendían comprar el inmueble, no había acreditado suficientemente su capacidad para conseguir la financiación necesaria para adquirir el inmueble.
Un hecho que animó al Banco Santander, con derecho de tanteo, a recurrir sin éxito la decisión judicial.
A partir de entonces, el grupo presidido ahora por Ana Botín decidió cambiar su estrategia y negociar directamente con los hermanos Reuben para alcanzar el acuerdo que hiciera posible que el banco recompre su Ciudad Financiera.
Una vez que se ha llegado a "la solución amistosa", el Banco Santander pretende llegar a acuerdos con algunos de los principales acreedores de Marme Inversiones, que siguen siendo los propietarios del complejo.