Madrid, 2 jul (EFECOM).- El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, ha advertido este martes de que los préstamos que el Estado concede a la Seguridad Social son un "recurso financiero, no económico" y representan una "pérdida patrimonial".

En la rueda de prensa para comentar los datos de afiliación y desempleo de junio, Granado se ha referido al informe del Tribunal de Cuentas que ponía de manifiesto que la Seguridad Social contaba con un patrimonio negativo.

En este sentido, Granado ha recordado que el patrimonio neto que tenía la Seguridad Social a finales de 2011 (75.000 millones de euros) había ido disminuyendo por las continuas utilizaciones del fondo de contingencias profesionales y del fondo de reserva para pagar las pensiones.

Este patrimonio además se ha visto lastrado desde el momento en el que las pensiones se pagan con préstamos, porque son "un recurso financiero, no económico", ha explicado Granado, ya que "si obtienes un préstamo no eres más rico, eres igual de pobre".

El Gobierno del PP realizó un préstamo de 10.192 millones a la Seguridad Social en 2017 y de 13.830 millones en 2018, que se ha vuelto a llevar a cabo en 2019 en este caso por el Gobierno socialista al tener que prorrogar los presupuestos generales del Estado.

No obstante, la propuesta fallida de presupuestos para 2019 que presentó el Gobierno socialista este año contemplaba un préstamo a la Seguridad Social de 15.164 millones de euros.

Preguntado por si el próximo año un eventual Ejecutivo socialista recurrirá a la figura del préstamo, Octavio ha dicho que "es una pregunta muy interesante para que se conteste por el próximo Gobierno".

"El pato cojo (figura del presidente del Gobierno estadounidense en su último año de mandato) se mueve con dificultad y prevé muy pocas cosas, y nosotros somos una bandada de patos cojos", ha asegurado el secretario de Estado.

Granado ha recordado que los gobiernos socialistas han intentado que los ingresos por cotizaciones tuvieran un crecimiento mayor que la afiliación, para lo que subían las cuotas (mínimas y máximas) y esencialmente los salarios, así como haciendo campaña para que los trabajadores que pueden elegir su base de cotización pagaran más.

A partir de 2011, y coincidiendo con el gobierno del PP, las cotizaciones cayeron por encima de la afiliación y lo continuaron haciendo hasta finales de 2017, ha añadido Granado.