Amazon cumple 25 años, en los que ha pasado de ser una pionera librería digital a la mayor plataforma de comercio electrónico del mundo, la "tienda para todo" que imaginó su fundador, Jeff Bezos, y que le ha llevado a convertirse en la persona más rica del mundo.
Bezos registró Amazon (entonces bajo el nombre de Cadabra, que cambiaría más tarde al asemejarse demasiado su sonoridad a la palabra "cadáver" en inglés) el 5 de julio de 1994, tras haber observado durante su previo empleo en Wall Street cómo el uso de internet se estaba disparando con subidas anuales del 2.300 %.
"Al principio elegí libros como el mejor producto para vender online tras elaborar una lista de 20 posibilidades distintas. Con más de 3 millones de libros impresos, podía construir una librería digital que no podría haber existido de ninguna otra manera", explicaba Bezos en una entrevista en 1997.
En respuesta a preguntas de Efe, los responsables de la firma de asesoramiento sobre comercio electrónico Xsellco, indican que en Amazon se dieron cuenta "rápidamente" de la importancia de diversificar sus productos, lo que les llevó a invertir en libros y lectores electrónicos, convirtiéndose así "en una superpotencia editorial y de ventas".
El éxito inicial en el sector editorial les abrió las puertas al comercio con toda clase de productos y, poco más de dos décadas después, Amazon es un portal en el que puede encontrarse de todo: desde mobiliario hasta vestidos, zapatos, comida o videojuegos.
La compañía emplea a alrededor de 650.000 personas en el mundo y es la segunda con mayor capitalización bursátil de EE.UU., solo por detrás de Microsoft, de la que curiosamente es vecina, al tener ambas la sede en el Estado de Washington (noroeste de EE.UU.).
"La obsesión por los clientes, su visión a largo plazo y la voluntad de innovar son las fuerzas que han llevado a Amazon al éxito", señalan a Efe desde Xsellco, al tiempo que recuerdan que la estrategia de Bezos siempre ha sido priorizar la inversión antes que repartir beneficios.
Esta práctica contribuyó a que Amazon pasase varios años en números rojos y que, cuando finalmente dejó atrás las pérdidas a principios de los 2000, los beneficios fuesen relativamente bajos durante mucho tiempo.
Sin embargo, la estrategia se demostró acertada a largo plazo y ha llevado a la compañía a controlar en la actualidad casi la mitad del comercio electrónico en EE.UU. y una buena parte del pastel mundial.
"Sigue habiendo un potencial enorme. Con menos del 15 % de todas las ventas ocurriendo en internet en estos momentos, este porcentaje solo puede incrementarse", apuntan desde Xsellco.
Pese a este dominio destacado en el comercio online, la firma de Seattle ha redoblado en los últimos años su apuesta por diversificar y se ha metido de lleno en terrenos como los servicios de computación en nube con Amazon Web Services (AWS), también gran dominador del mercado en este sector.
Además, la empresa de Bezos ofrece entretenimiento por "streaming" con Amazon Music y Prime Video, invierte en robots e inteligencia artificial, amaga con entrar en el mundo de los servicios sanitarios y en 2017 compró la popular cadena de supermercados estadounidense Whole Foods.
Es precisamente la presencia de Amazon en tantos campos distintos y el hecho de que en varios de ellos ocupe una posición de dominio en el mercado lo que ha llevado a los reguladores de todo el mundo a incrementar su escrutinio sobre la empresa, que ha recibido incluso acusaciones de prácticas monopolísticas o de ataques a la libre competencia.
Bezos ha pasado de ser una figura casi desconocida para el gran público hace diez años a ser uno de los ejecutivos más conocidos del mundo, considerado el hombre más rico del mundo por Forbes, dueño del histórico diario "The Washington Post" y, en los últimos meses, es habitual encontrarlo en la prensa del corazón.