Alcoa ha anunciado este viernes la suscripción con el fondo suizo Parter Capital un contrato para venderle sus plantas de aluminio en Avilés (Asturias) y La Coruña, aunque está sujeto a la condición suspensiva de que el comprador consiga financiación adicional para operar las plantas.
El fabricante estadounidense de aluminio ha indicado que la adquisición final está condicionada a que Parter obtenga la financiación para respaldar las operaciones futuras de las plantas.
Si la venta no pudiera completarse el 31 de julio de 2019 (tras haberse extendido el plazo original del 30 de junio de 2019), se prevé que la aplicación del despido colectivo y de las medidas del plan social comiencen a partir el 1 de agosto de 2019.
Alcoa ha comunicado la firma del contrato con Parter Capital después de que esta madrugada llegara a un acuerdo con los representantes de los trabajadores para la venta de las dos fábricas.
Estas incluyen las fundiciones de ambos centros y la planta de pasta en La Coruña, que se encuentran operativas, así como las series de electrólisis, que se encuentran paradas.
En enero de 2019, Alcoa llegó a un acuerdo con los representantes de los trabajadores de las dos plantas de aluminio como parte del proceso de despido colectivo anunciado en octubre de 2018.
Como parte del acuerdo, las series de electrólisis, con una capacidad operativa conjunta de 124.000 toneladas métricas al año, se pararon en febrero y se han mantenido en condiciones de ser rearrancadas en caso de que terceros que adquirieran las instalaciones pudieran volver a ponerlas en marcha.
Alcoa espera registrar cargos relacionados con esta reestructuración en el tercer trimestre de 2019, en lugar de en el segundo trimestre de 2019.
La multinacional estima que esos costes serán de entre 100 y 140 millones de dólares -entre 89 y 124 millones de euros- (antes y después de impuestos), o de 0,54 a 0,75 dólares (0,48 a 0,66 euros) por acción, dependiendo de si se produce la venta o bien se tiene que aplicar el despido colectivo.
Alcoa espera que el desembolso de efectivo que le corresponda hacer por la reestructuración sea de entre 100 y 130 millones de dólares (entre 89 y 115 millones de euros) aproximadamente, de los que en torno a la mitad se pagarán este año.