Fianza de 300.000 euros al exjefe de Seguridad del BBVA para evitar la cárcel
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha decretado este viernes libertad bajo fianza de 300.000 euros para el exjefe de Seguridad del BBVA Julio Corrochano, en la pieza sobre el presunto espionaje a políticos y empresarios que la entidad habría encargado al excomisario José Villarejo.
Según han informado fuentes jurídicas, el titular del juzgado central de Instrucción número 6, a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, le ha dado un plazo de 15 días para abonar la fianza; de lo contrario, ingresará en prisión.
Una vez depositada, como medidas cautelares se le retirará el pasaporte, con prohibición de salir de España, y deberá comparecer cada mes en el juzgado más próximo a su domicilio.
En su comparecencia ante el juez y los fiscales del caso, Corrochano se ha acogido a su derecho a no declarar al igual que otros dos de los citados esta mañana en el marco de la denominada "operación Trampa".
Se trata de Inés Díaz Ochagavia, que sustituyó a Corrochano como directora de Seguridad Corporativa de BBVA, y de Nazario Campo Campuzano, jefe del equipo de Seguridad.
Quien sí ha declarado en esta novena pieza separada del caso Tándem sobre los negocios de Villarejo, ha sido el socio del excomisario, el abogado Rafael Redondo, aunque no han trascendido detalles de su testimonio.
Con ellos se cierra la primera semana de citaciones por esta operación.
De los cinco altos cargos citados el jueves, sólo uno de ellos, el presidente de Distrito Castellana Norte -sociedad participada del banco-, Antonio Béjar González, dio su versión en una breve intervención en la que sólo respondió a preguntas de su abogado.
Béjar, que en la época de los hechos era jefe del área de riesgos y recuperaciones inmobiliarias del BBVA, trasladó al juez la explicación que dio en 2018 la propia entidad bancaria sobre la contratación de Cenyt.
El BBVA reconoció en octubre de ese año que Cenyt había sido proveedor del área de seguridad del banco para servicios de asesoría en materia de seguridad e investigación patrimonial de deudores, teniendo como objetivo principal localizar morosos.
En concreto, esta pieza, que permanece bajo secreto, investiga la relación que tuvo el banco durante la presidencia de Francisco González con Cenyt, entramado societario propiedad de Villarejo.
A tenor de las pesquisas, la entidad contrató en 2004 los servicios del excomisario por 5 millones de euros, entre otros motivos, para evitar que la constructora Sacyr se hiciera con el control del banco.
El nombre de Corrochano aparece en contratos con Cenyt, y en intervenciones telefónicas consta una conversación suya en la que asegura que el "presi" le llamaba cada diez o quince días, en alusión a Francisco González, conocido como FG, lo que supondría que estaba al corriente de esta operación.
Exministros, periodistas, empresarios y banqueros, entre otros, fueron objeto de este espionaje para el que Villarejo se habría servido de la ayuda, entre otros, del exjefe de Seguridad, antes excomisario de la Policía judicial.
Todo ello derivó en la renuncia el pasado marzo de Francisco González como presidente de honor de BBVA, la misma entidad que había dejado de liderar en diciembre después de casi dos décadas.
La ronda de declaraciones se retomará el próximo jueves, jornada en la que comparecerán el ex consejero delegado del BBVA, entonces director general de medios, Ángel Cano, que por motivos de viaje no pudo comparecer en la víspera, y el miembro del consejo de administración de Garanti BBVA -la filial en Turquía-, Ricardo Gómez.