Washington, 11 jul (EFECOM).- El índice de precios al consumo (IPC) subió un 0,1 % en Estados Unidos en junio, pero la tasa interanual se redujo del 1,8 % al 1,6 %, lo que refuerza la posibilidad de un recorte de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) a finales de mes.
Los analistas habían previsto que los precios se mantuviesen estables el mes pasado.
La inflación subyacente, que excluye el coste de la energía y los alimentos por su volatilidad, ascendió un 0,3 % en junio, mientras que comparado con el mismo mes del año pasado creció, del 2 % al 2,1 %, informó este jueves el Gobierno estadounidense.
El alza en la inflación subyacente supone el mayor aumento mensual desde comienzos de 2018.
El incremento en el indicador general se debió a la subida de precios de la ropa y los alquileres, que en ambos casos ascendieron un 0,3 %.
El descenso en el coste de la gasolina, que bajó un 3,6 % en junio, ayudó también a mantener controlados los precios.
La cifra de inflación se da a conocer tres semanas antes de la próxima reunión de la Reserva Federal (Fed), que tendrá lugar el 30 y 31 de junio, y añade presión a la decisión sobre política monetaria.
Los tipos de interés se encuentran actualmente entre el 2,25 % y el 2,5 %.
El banco central ha pulsado el botón de pausa en su plan de progresivo ajuste monetario para 2019 ante la ralentización económica global, las tensiones comerciales y la debilidad de los precios en EEUU, que se encuentran por debajo del objetivo anual de la Fed del 2 %l.
Este miércoles, Jerome Powell, el presidente de la Fed, abrió la puerta a una rebaja del precio del dinero en EEUU ante las crecientes incertidumbres.
"Hay un riesgo de que la débil inflación será aún más persistente que lo que actualmente anticipamos", dijo Powell en su comparecencia ante el Comité Financiero de la Cámara de Representantes, en un cambio respecto al lenguaje que utilizaba previamente en el que achacaba a factores transitorios el bajo nivel de precios.
La inflación se ha suavizado en 2019 por debajo de la meta anual de la Fed del 2%, lo que pone en cuestión la ortodoxia económica que dicta que un mercado laboral ajustado y una expansión económica sostenida debería generar mayores subidas de precios.
La tasa de desempleo cerró junio en el 3,7 %, en un registro no visto en casi medio siglo, mientras que la tasa de crecimiento anual en el primer trimestre del año se ubicó en el 3,1 %.
"El impulso económico parece haberse ralentizado en algunas de las grandes economías, y esa fragilidad podría afectar a la economía de EEUU", explicó Steve Blitz, economista jefe de TS Lombard, en una nota a sus clientes.
Además de los indicadores económicos, la presión para rebajar el precio del dinero también se ha intensificado desde la Casa Blanca.
En una declaraciones poco habituales en Washington, ya que tradicionalmente el Ejecutivo ha respetado la independencia del banco central, el presidente estadounidense, Donald Trump, lleva insistiendo desde hace semanas en que la Fed debería bajar los tipos de interés para apoyar la actividad económica en el país.
De hecho, se ha rumoreado que Trump ha llegado a plantear la posibilidad del despido de Powell, algo sin precedentes en la historia del organismo.
Powell fue designado por el propio Trump a comienzos de 2018, y su mandato concluye en febrero de 2022.