Fráncfort (Alemania), 12 jul (EFECOM).- El fabricante automovilístico alemán Daimler volvió a revisar a la baja sus pronósticos de beneficio para este año porque tiene que crear más provisiones por los costes de la manipulación de los vehículos diésel y los problemas con los airbag de Takata.
Daimler publicó este viernes unas cifras preliminares del segundo trimestre, que fueron peores de lo previsto.
En el segundo trimestre registró una pérdida antes de intereses e impuestos de 1.600 millones de euros, frente al beneficio de 2.600 millones de euros el año anterior.
El beneficio operativo se redujo por las provisiones más elevadas que tuvo que hacer para una llamada a revisión de automóviles por los airbag de Takata.
Las provisiones aumentaron en unos 1.000 millones de euros y los gastos relacionados con los problemas de los vehículos diésel subieron a 1.600 millones de euros.
Daimler espera ahora tener este año un beneficio operativo notablemente por debajo del obtenido en 2018, que hasta ahora preveía mantenerlo.
Mercedes-Benz Cars espera una rentabilidad operativa sobre las ventas de entre el 3 y el 5 %, que hasta ahora pronosticó en un rango de entre el 6 y el 8 %.
Daimler ha revisado a la baja sus pronósticos de beneficio dos veces en menos de un mes, la anterior fue en junio, cuando esperaba un beneficio operativo como en 2018.
A mediados del pasado octubre también revisó a la baja sus pronósticos para 2018 por los costes de los procesos en marcha y las medidas que se van a aplicar en determinadas regiones respecto al los vehículos diésel de Mercedes-Benz.