El grupo europeo Airbus admitió que se detectaron algunos problemas en los nuevos aviones vendidos a la aerolínea portuguesa TAP, pero aseguró que no existe ninguna relación con los episodios de mareos y náuseas registrados en algunos vuelos con ese modelo.
En una carta remitida a la aerolínea en junio y divulgada este lunes por el luso "Diário de Notícias", el fabricante reconoce que durante la fase de pruebas de vuelo identificaron "que el arranque del motor podía generar olores en la cabina", al liberarse algunas gotas de aceite en el compresor de alta presión.
Estas gotas serían las responsables de un "olor a aceite durante la fase de taxi, despegue y subida", dice Airbus, que también identificó olores provenientes del sistema de aire acondicionado.
No obstante, Airbus asegura haber tomado medidas para mitigar estos dos problemas y que no se ha encontrado ninguna correlación entre los olores y los episodios de mareos, náuseas y vómitos que se han registrado en tripulantes y pasajeros a bordo del avión.
Varios sindicatos del sector han amenazado con una huelga si no se pone fin a los problemas que están causando esos incidentes.
En respuesta a la divulgación de la carta en la prensa portuguesa, TAP publicó hoy un comunicado en el que reiteró la falta de relación entre "la existencia de olores en algunos vuelos y el relato de indisposiciones reportadas por tripulantes".