El Gobierno de México presentó este martes el Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex) para el próximo lustro que mediante una reducción de hasta un 11 % de la carga fiscal y una multimillonaria inversión pretende reflotar a la petrolera estatal, aquejada de deudas y de una caída de la producción y la refinación.
"Son tres los problemas estructurales que afronta la empresa: una elevada carga impositiva, su deuda y la baja inversión. Esto ha atrapado a Pemex en un círculo vicioso", apuntó el Octavio Romero, director general la compañía, en la conferencia matutina del presidente.
Desde Palacio Nacional, y sin previo aviso, Romero presentó el Plan de Negocios 2019-2023 e informó de que este lunes, y por unanimidad, se aprobó este plan que busca revitalizar la compañía, de cuyo consejo de administración forman parte los ministerios de Hacienda, Economía, Energía, Medio Ambiente y Recursos Naturales y también consejeros independientes.
"El plan muestra una nueva visión estratégica de la empresa. En materia energética y económica", agregó.
En primer lugar, Romero hizo un diagnóstico de la situación de la empresa, y recordó que en los últimos catorce años la producción pasó de las 3,37 millones de barriles diarios a 1,82 millones de barriles diarios.
También pasó algo parecido con la refinación, pues el "poco mantenimiento" e inversión llevó a que en la actualidad se refinen 507.000 barriles diarios, frente a un pico de 1,29 millones de barriles en 2012.
Todo ello, sumado a una elevada carga fiscal, llevó a que la deuda de Pemex sea hoy de 2,1 billones de pesos (unos 110.701 millones de dólares).
Ante este "circulo vicioso", Romero presentó este martes una estrategia para reflotar la compañía.
En primer lugar, recordó que este año se aprobó un menor pago de derechos a la producción con un decreto que benefició a la compañía con 30.000 millones de pesos (unos 1.582 millones de dólares).
A partir de 2020, disminuiría la "elevada" carga fiscal de Pemex con una propuesta de reforma a la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos.
En 2020 esto rebajará la tasa del 65 % al 58 %, y el siguiente año, si se cumple lo programado, el llamado Derecho por la Utilidad Compartida (DUC), quedará en un 54 %.
Además, el Gobierno mexicano también hará más ampliaciones de capital, en buena parte, según explicó, para financiar la construcción de la refinería de Dos Bocas, en el suroriental estado de Tabasco.
Por ejemplo, el próximo año Pemex contará con un presupuesto para inversión de 347.000 millones de pesos (unos 18.292 millones de dólares), de los que 66.000 millones de pesos (unos 3.480 millones de dólares) corresponden a una aportación del Gobierno federal y 45.000 millones de pesos (unos 2.373 millones de dólares) se lograrán por la menor carga fiscal.
Mientras, unos 14.000 millones de pesos (unos 734 millones de dólares) serán gracias al apoyo de la inversión privada mediante los Contratos de Servicios Integrales de Exploración y Extracción (CSIEEs).
"Lo anterior permitirá que Pemex pueda contar con recursos para invertir en la producción de petróleo y en la recuperación de la capacidad de las refinerías", indicó el directivo de Pemex.
La finalidad es que en estos primeros tres años el Gobierno ayude a Pemex para que "en la segunda mitad (del sexenio de López Obrador) sea la petrolera la que apoye al gobierno federal, financiando desarrollo", agregó.