Bruselas, 24 jul (EFECOM).- La Comisión Europea (CE) presentó este miércoles una propuesta con normas para regular el funcionamiento del presupuesto de la eurozona, el cual servirá para financiar reformas o inversiones con el objetivo de mejorar la competitividad y la convergencia económica entre los países de la moneda única.

Los ministros de Finanzas y Economía del euro (el Eurogrupo) fijaron en junio sin establecer su cuantía las líneas generales del instrumento que deberá negociarse con el presupuesto multianual de la Unión Europea para el periodo 2021-2027.

El nuevo presupuesto de la eurozona quedará enmarcado en el denominado Semestre Europeo, las normas europeas de disciplina presupuestaria y coordinación económica.

La proposición de hoy plantea que el Consejo de la UE, que reúne a los ministros de todos los Estados miembros del club comunitario, fije cada año orientaciones estratégicas sobre las inversiones y reformas prioritarias para el conjunto de la eurozona, tras debatir con el Eurogrupo.

Más adelante, el Consejo adoptará orientaciones para cada país de la eurozona sobre las reformas y las inversiones que pueden financiarse con el instrumento presupuestario.

De ese modo, los países podrán presentar paquetes con reformas e inversiones que sufragarán el presupuesto de la eurozona.

Además, los Estados miembros recibirán información de la Comisión Europea sobre cómo se han aplicado las orientaciones planteadas.

Aunque la propuesta de este miércoles no hace referencia a la cuantía del presupuesto, se ha barajado la cifra de 17.000 millones de euros, a los que podrían sumarse otros ingresos.

Sin embargo, el montante final solo se conocerá cuando concluyan las negociaciones sobre el presupuesto plurianual para el periodo 2021-2027.

De hecho, se espera que el instrumento para la eurozona se ponga en marcha en enero de 2021.

En junio, el Eurogrupo dio luz verde a las líneas generales del presupuesto de la eurozona, en las que se especificaba que los países podrán usar fondos del presupuesto para financiar reformas estructurales o inversiones que tengan por objetivo mejorar la competitividad y la convergencia económica entre los países del euro.

Los Estados beneficiarios deberán costear una parte de los proyectos en un porcentaje que podría variar.

Los ministros, sin embargo, no lograron un consenso sobre cómo debería financiarse esta línea presupuestaria, más allá de enmarcarla en el marco financiero plurianual.

No se aclaraba si esta dotación podrá complementarse después con aportaciones adicionales de los socios de la eurozona u otros ingresos.

El presupuesto estaría abierto, de forma voluntaria, también para los países que están en la antesala para adoptar el euro (conocida como ERM II).

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