Madrid, 24 jul (EFECOM).- Indra ha anunciado que las negociaciones que mantenía en fase "avanzada" con la compañía británica Rolls-Royce para comprarle una participación de control en Industria de Turbopropulsores (ITP) han concluido sin acuerdo.
Indra ha informado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que seguirá explorando las oportunidades de inversión que se le presenten y que tengan "encaje" con el Plan Estratégico de la multinacional, que seguirá adelante.
El grupo tecnológico desveló en junio pasado que negociaba con el fabricante británico de turbinas Rolls-Royce para comprarle una participación de control en ITP, una de las compañías líderes mundiales en el sector aeroespacial y de defensa y que recientemente fue valorada en 1.300 millones de euros.
Poco después, el presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, defendió ante la Junta de Accionistas en junio, que esta compra iba a permitir a la tecnológica española ganar "contratos de mayor entidad" y competir "mejor" en los mercados internacionales en el ámbito aeroespacial y defensa.
Abril-Martorell, que calificó la operación de "atractiva", llegó a afirmar que esta compra sería "transformacional" para Indra -compañía de la que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) posee un 18,7 % de las acciones-, que debería de adaptar su plan estratégico (2018-2020) a las nuevas circunstancias.
La compra supondría un desembolso importante para Indra que no precisó el presidente quien tampoco desveló cómo financiarla.
Cuando se avanzaron las negociaciones en junio, las acciones de Indra comenzaron a caer en bolsa y se situaron a los pocos días por debajo de 10 euros, algo que no había ocurrido desde el pasado 22 de enero.
Las acciones de Indra cerraron este miércoles en Bolsa a 8,11 euros, un 0,31 % más que el día anterior.
Fundanda en 1989, ITP está controlada al 100 % por Rolls-Royce desde finales de 2017, cuando materializó la compra del 53,12 % a la empresa vasca Sener, propiedad de la familia Sendagorta, por 720 millones de euros, tras recibir el visto bueno de las autoridades.