El beneficio neto de la operadora holandesa de telecomunicaciones KPN bajó un 11 % en el primer semestre con respecto al mismo periodo de 2018, al caer de 245 a 217 millones de euros, informó hoy la empresa en un comunicado.
La caída del beneficio en el segundo trimestre fue del 9,8 %, de 142 a 128 millones, lo que la compañía achaca a unos costes de reestructuración superiores de 12 millones y a 31 millones de euros menos de ingresos financieros, parcialmente compensados por un menor impuesto de sociedades.
El resultado bruto de explotación (ebitda) bajó un 1,8 % entre enero y junio para situarse en 1.172 millones de euros frente a 1.194 millones del mismo periodo de 2018 y la facturación llegó a 2.721 millones de euros, un 3 % menos que un año antes.
La deuda neta de la operadora holandesa se situó en 5.554 millones de euros a 30 de junio, 90 millones menos que al final del primer trimestre del año.
Si se observan solo los datos del segundo trimestre, el resultado bruto de explotación (ebitda) creció un 1,1 % hasta 602 millones de euros, mientras que la facturación retrocedió un 3,1 % y se situó en 1.359 millones.
KPN indicó que tiene previsto pagar un dividendo de 12,5 céntimos por acción durante 2019 y que el próximo 1 de agosto pagará un dividendo intermedio de 4,2 céntimos.
La compañía añadió que el pasado 13 de junio vendió las acciones que le quedaban en la división alemana de Telefónica y que los beneficios de esa operación, así como los dividendos recibidos de la firma española en mayo, "se retendrán para incrementar la flexibilidad operativa y financiera".
"Hemos progresado bien con la ejecución de nuestra estrategia", indicó el consejero delegado de la empresa, Massimo Ibarra, quien valoró también la "potente trayectoria" de la compañía en la gestión de costes e indicó que la digitalización y una "simplificación acelerada" han permitido sustanciosos ahorros en los costes durante el segundo trimestre.