La petrolera francesa Total tuvo 5.867 millones de dólares de beneficios en el primer semestre, un descenso del 8 % respecto al mismo periodo de 2018, en el que pesó en particular el descenso del precio del crudo y del gas.

En términos ajustados, el resultado neto bajó un 12 % a 5.646 millones de dólares por el abaratamiento de los hidrocarburos, pero también por el incremento de los costos de financiación de la deuda a causa del alza de los tipos de interés en dólares, explicó la empresa este jueves en un comunicado.

El resultado operativo disminuyó un 7 % a 7.002 millones de dólares porque el precio medio de venta de su petróleo retrocedió un 5 % a 61,2 dólares el barril y el del gas un 12 %.

Eso pese a que Total elevó en un 9 % su producción de hidrocarburos hasta el equivalente de 2,951 millones del barriles diarios de media. Eso se desglosa en un aumento del 5 % de las extracciones de crudo a 1,416 millones y del 13 % las de gas.

A ese ascenso contribuyeron el arranque o el aumento de la cadencia de nuevos proyectos como Yamal LNG en Rusia, Ichthys en Australia, Kaombo en Angola y Egina en Nigeria, así como, en menor medida, la integración de los activos comprados de Maersk Oil.

Las ventas totales de gas natural licuado se duplicaron con creces, ya que pasaron de 7,7 millones de toneladas en la primera mitad de 2018 a 16,2 millones un año después.

La rentabilidad de sus capitales se situó en un 11,1 % entre el 1 de julio de 2018 y el 30 de junio de 2019, lo que significa dos décimas más que en los doce meses precedentes.

No obstante, esa rentabilidad había llegado al 11,7 % entre el 1 de abril de 2018 y el 31 de marzo de 2019.