Fráncfort (Alemania), 25 jul (EFECOM) .- El grupo alemán Volkswagen tuvo en el primer semestre un beneficio neto atribuido de 6.875 millones de euros, un 6,6 % más que hace un año, pese a la caída de las ventas y el debilitamiento general del mercado automovilístico.
Volkswagen informó hoy de que el beneficio operativo mejoró entre enero y junio hasta 8.997 millones de euros (el 10,3 % más) y la facturación subió a 125.197 millones de euros (el 4,9 % más).
El director financiero de Volkswagen, Frank Witter, dijo que el resultado del primer semestre fue muy bueno en un mercado más débil en general y confirmó los pronósticos para todo el 2019.
El grupo Volkswagen, al que pertenecen marcas como VW, Audi, Porsche o Seat, logró una mejora del resultado pese a la caída de las ventas porque vendió vehículos más caros, como los todocaminos, por la aportación de los servicios financieros y de su división de camiones Traton, que sacó a bolsa recientemente.
Además, Volkswagen tuvo menos efectos extraordinarios negativos que el año pasado.
La liquidez neta de la división automovilística del grupo Volkswagen era a finales de junio de 15.900 millones de euros, notablemente más baja que los 19.400 millones en diciembre de 2018.
El flujo de caja neto de la división automovilística subió hasta 5.600 millones de euros, 2.200 millones más elevada que un año antes, a finales de junio de 2018.
El grupo Volkswagen espera incrementar las entregas un poco en 2019 respecto al año anterior pese a que las condiciones de mercado siguen siendo desafiantes.
Como otros fabricantes automovilísticos alemanes, Volkswagen también considera que el principal desafío está relacionado con la incertidumbre económica, pero también con el aumento de la competitividad, la volatilidad en los tipos de cambio y las normas de homologación más estrictas.
Volkswagen prevé un incremento de la facturación del 5 % en 2019 y una rentabilidad operativa sobre las ventas antes de extraordinarios en la división automovilística entre el 6,5 y el 7,5 %.
En la división de vehículos comerciales espera una rentabilidad operativa sobre las ventas entre un 6 y un 7 %, mientras que la división de motores sufrirá un aumento significativo de la pérdida operativa en comparación con el 2018, pero subirá algo la facturación.