Alphabet, matriz de Google, presentó hoy unos beneficios de 16.604 millones de dólares (15.550 millones de euros) entre enero y junio, que apuntalan el buen momento de la compañía, y aprovechó para anunciar una recompra por valor de 25.000 millones de dólares de sus acciones de clase C.
La compañía se está "acostumbrando" a operar con normalidad bajo el intenso foco de los reguladores en todo el mundo y, pese a que la vigilancia en torno a sus prácticas tanto en Europa como en EE.UU. se ha intensificado en los últimos meses, la firma mantiene el ritmo de crecimiento y la confianza de los inversores.
Los 16.604 millones de dólares de beneficios, de hecho, suponen un aumento del 31,82 % con respecto al mismo período del año anterior, a la par que los ingresos se dispararon entre enero y junio un 18 % hasta alcanzar los 75.283 millones de dólares, y sus accionistas se vieron compensados con 23,91 dólares por título, frente a los 18,13 de hace un año.
El año pasado, Alphabet tuvo que pagar una sanción de 5.071 millones de dólares a la Comisión Europea (CE) por utilizar su sistema operativo Android para reforzar la posición de dominio de su buscador, mientras que a principios del presente ejercicio tuvo que hacer frente a otra multa de 1.697 millones por abusar de su posición de dominio en el mercado de la publicidad online.
Por otro lado, esta misma semana se conoció que el Departamento de Justicia de EE.UU. ha abierto una investigación a las grandes compañías tecnológicas (que, aunque no fueron mencionadas por su nombre, existe consenso en torno a que incluyen a Google) por supuestas prácticas monopolísticas.
El sitio web de la compañía recibe alrededor del 90 % de las búsquedas de internet en EE.UU., además de dominar casi por completo servicios como el correo electrónico personal (Gmail), los mapas digitales (GoogleMaps), los vídeos (Youtube) y la publicidad online (repartida casi a medias con Facebook).
Una inspección a fondo de posibles prácticas monopolísticas, por tanto, podría poner en jaque elementos clave del modelo de negocio de Alphabet -especialmente teniendo en cuenta los precedentes en Europa-, pero por el momento no parece que ninguna de las investigaciones y sanciones previas haya afectado de forma sustancial el crecimiento de la empresa.
Los ingresos de Google siguen proviniendo fundamentalmente de la publicidad, que en el último trimestre alcanzó los 32.601 millones de dólares facturados, un 83,71 % del total.
El resto de ingresos proviene, principalmente, de su plataforma de servicios en la nube, Google Cloud, y de la venta de dispositivos de hardware, como el teléfono Pixel.
Cloud, considerado estratégico para el futuro de la compañía y donde compite ferozmente por un mercado en expansión con Amazon Web Services (gran dominador del sector) y Azure de Microsoft, además de las plataformas algo menores de IBM y Oracle, reportó a la empresa este último trimestre 2.000 millones de dólares, más del doble que lo que facturó en todo 2017.
"Nuestros esfuerzos por construir un Google más útil para todo el mundo nos traen infinitas oportunidades para ayudar a los usuarios, socios y clientes corporativos cada día", indicó en un comunicado el consejero delegado de Google, Sundar Pichai.
"Desde mejoras en nuestros productos de información como el motor de búsqueda, los mapas y el asistente virtual, a nuestras ofertas rompedoras en inteligencia artificial, la nube y el "hardware", estoy entusiasmado con el buen momento en todos los negocios de Google y con la innovación que alimenta nuestro crecimiento", añadió.