El reactor nuclear de nueva generación que EDF construye en Flamanville, en la costa de Normandía (noroeste), no podrá entrar en servicio "antes de finales de 2022", reconoció este viernes la eléctrica francesa, un nuevo retraso que forzosamente tendrá consecuencias financieras.
EDF, que presentaba sus resultados del primer semestre, respondía así en un comunicado a los reparos que había puesto la Autoridad de Seguridad Nuclear de Francia, organismo oficial que supervisa las centrales atómicas, sobre los problemas en las soldaduras del reactor.
Indicó que se están estudiando tres escenarios para solucionar esos problemas y que comunicará "en los próximos meses" la decisión que se tomará y las implicaciones que eso tendrá "en términos de planificación y de costo".
Hace un año, la compañía eléctrica -en la que el Estado francés es el primer accionista, con un 83,7 %- ya se vio obligada a anunciar el aplazamiento de la conexión a la red de ese reactor de tipo EPR hasta finales de 2019.
Entonces calculó que el costo de construcción se incrementaría de 10.500 a 10.900 millones de euros, una cifra que triplicaba con creces los 3.300 millones previstos cuando se lanzó el proyecto.
En la primera mitad de 2019, EDF tuvo un beneficio de 2.498 millones de euros, un 44,7 % más que en el mismo periodo del año anterior, debido a una mejora de su resultado financiero gracias al aumento del valor de sus activos, en relación con el buen comportamiento de los mercados de acciones y obligaciones.