(Actualiza la EC6099 con más datos)
Barcelona, 27 jul (EFECOM).- El Aeropuerto de El Prat ha vivido este sábado una jornada complicada, con retrasos generalizados y decenas de cancelaciones a causa de la huelga del personal de tierra de Iberia, agravada por las fuertes lluvias registradas en Barcelona, que han obligado a cerrar temporalmente las pistas.
Los mayores problemas se han registrado este mediodía, cuando una fuerte tormenta acompañada de rayos y rachas de viento, que ha dejado más de 40 litros por metro cuadrados en media hora en Barcelona, ha paralizado completamente la actividad del aeropuerto entre las 12.53 y las 13.30 horas.
Durante los cerca de 40 minutos que las pistas han permanecido inoperativas, numerosos aviones han tenido que sobrevolar el espacio aéreo esperando poder aterrizar y cinco han tenido que ser desviados a otros aeropuertos, entre ellos un Easyjet procedente de Basilea (Suiza) que se ha redirigido a Girona y un Ryanair que venía de Hamburgo (Alemania) y que ha tomado tierra en Reus (Tarragona).
Los aviones han podido volver a aterrizar en Barcelona a las 13.30, mientras que a las 13.48 horas se han reanudado las operaciones de despegue, aunque de forma escalonada, según ha informado Aena.
La jornada de este sábado, de gran afluencia de pasajeros, en plena temporada de verano y con más de un millar de vuelos programados, se preveía compleja por la huelga de los trabajadores de 'handling' de Iberia, que paran hoy y mañana para reclamar mejoras laborales y una mayor estabilidad para la plantilla.
La huelga, con un seguimiento del 80 %, según UGT, y del 17,5 %, según Iberia, ha obligado a cancelar este sábado un total de 62 vuelos, mientras que mañana afectará a otros 73.
En total, hasta las 19.00 horas se han atendido 321 vuelos, 157 de salida y 164 de llegada, según datos de Iberia.
En las primeras horas de la huelga la situación en El Prat ha sido de normalidad, ya que los servicios mínimos se han cumplido y la mayoría de los viajeros afectados por las cancelaciones habían sido informados previamente, por lo que muchos han podido buscar alternativas de transporte.
No obstante, aunque se han evitado largas colas en la oficina de atención al cliente, en El Prat se han visto también algunos pasajeros "fastidiados" que han ido a reclamar porque no recibieron el aviso de la cancelación de su vuelo.
Las compañías han intentado recolocar a los viajeros en otros vuelos para hoy, aunque en algunos casos no ha sido posible, como el de Claudia, una pasajera argentina que junto a su familia viajaba a París y a la que, tras sufrir dos cancelaciones del mismo trayecto, le han ofrecido una recolocación para el martes 30 de julio.
"Esto es un abuso, tengo todos los hoteles y las entradas a los parques turísticos pagados, ¿quién me va a devolver mi dinero?”, ha lamentado en declaraciones a Efe.
La situación en El Prat se ha complicado al mediodía, cuando la lluvia ha arreciado en Barcelona y ha obligado a espaciar los aterrizajes y despegues por motivos de seguridad, primero, y después a paralizar completamente la actividad del aeropuerto.
En total, los aguaceros han comportado la cancelación de 26 vuelos hasta las 16.15 horas, que se suman a los 62 suspendidos por la huelga, y retrasos generalizados que en algunos casos han superado las cinco horas.
El personal de tierra de Iberia, que presta servicio a una veintena de compañías, volverá a parar mañana para denunciar el "abuso de horas extraordinarias obligatorias" y pedir la reorganización de turnos y horarios para trabajar en "condiciones dignas".
Precisamente, el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, ha pedido a Iberia que a partir del lunes retome las negociaciones con los trabajadores de tierra "y ponga soluciones sobre la mesa" para evitar nuevos paros que afecten este verano al Aeropuerto de Barcelona-El Prat.
El conseller ha asegurado que entre la plantilla de Barcelona y Madrid existe una "desproporción brutal y alarmante", ya que en Barcelona, con un millar de operaciones diarias, Iberia dispone de 2.000 trabajadores y un "altísimo" índice de temporalidad, mientras que Madrid-Barajas tiene 1.300 operaciones y 7.000 empleados "con mucha menos temporalidad".
El conseller se ha mostrado "muy preocupado" y ha criticado que Iberia acudiera a la reunión de mediación de ayer, que acabó sin acuerdo, "un poco con las manos en los bolsillos".
La compañía sostiene que esta negociación no corresponde al comité de Barcelona, sino que atañe al convenio estatal.
El Ministerio de Fomento decretó el pasado jueves servicios mínimos del 100 % de los vuelos domésticos con territorios no peninsulares, el 54 % de los internacionales y el 32 % de los peninsulares cuya alternativa de transporte sea inferior a cinco horas.
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