La constructora ACS que presentó este lunes resultados ha detallado durante una conferencia con analistas que a pesar de "los problemas" que está atravesando México "espera que ese mercado se recupere" durante el segundo semestre del año.
Para el consejero delegado de la constructora Marcelino Fernández Verdes, "México es un mercado muy importante para la compañía" que está sufriendo una "situación cambiante" debido al cambio de gobierno con la llegada de Manuel López Obrador" que ha conllevado una "ralentización de todas nuestras actividades".
Además ha destacado los "problemas de Pemex", que registraron la semana pasada unas pérdidas netas de 4.617 millones de dólares (más de 4.144 millones de euros), aunque ha señalado que el 50 % de las inversiones empresariales en el país están en el sector privado.
En cuanto a su filial Dragados los analistas han asegurado que la "volatilidad es estacional" y esperan una "muy positiva evolución en el segundo semestre del año" al igual que se produjo el año pasado y donde "esperan recuperar las inversiones realizadas" en diferentes proyectos.
En cuanto a los proyectos más importantes durante estos seis primeros meses han destacado la construcción de una línea de metro de diez kilómetros de longitud de la ciudad de Brisbane (Australia) por 1.683 millones, la expansión del túnel de Hampton Roads en Virginia (EEUU) por 1.236 millones o la mejora y ampliación de la estación de Euston en Londres para que acoja las nuevas vías del AVE británico que tiene un importe de 1.054 millones.
Además ha detallado sus inversiones en África que incluyen un contrato de minería con la compañía de diamantes Debswana en Botswana por 744 millones; la construcción de una planta de ácido sulfúrico (químico que se usa en la industria papelera, metalúrgica y para realizar fertilizante) en Jorf Lasfar (Marruecos) por 253 millones o la construcción de una planta de ciclo combinado de 280 Megawatios (MW) en Costa de Marfil por 202 millones.
Entre otros proyectos también destaca la construcción en Los Ángeles de un centro de tratamiento de agua por 557 millones, el contrato de mantenimiento y construcción de ferrocarriles en Australia por 457 millones o el mantenimiento de los trenes metropolitanos de Sydney (Australia) por 392 millones.