El Banco BPI, controlado por el español Caixabank, ganó 134,5 millones de euros en el primer semestre, una caída del 63 por ciento respecto al mismo período del año anterior, informó este lunes.
Según BPI, este descenso se debe a los beneficios extraordinarios de 2018 y a la venta de participaciones, que fueron contabilizados el pasado ejercicio en 118 millones de euros.
El banco adelantó que tiene 200 millones de euros en créditos impagados que espera vender hasta final de año, cifra que representa alrededor del 20 por ciento de su cartera total de morosos.
"Son 200 millones en crédito colateral de empresas. Estamos en una fase muy avanzada para recibir ofertas", dijo Pablo Forero, presidente del banco, durante la presentación de resultados.
El beneficio líquido de la actividad registrada en Portugal fue de 86,9 millones de euros, por lo que hubo una reducción homóloga del 17 %.
El margen financiero -diferencia entre los intereses cobrados en créditos y los pagados de los depósitos- subió un 3,7 %, hasta los 214,8 millones de euros, debido, sobre todo, al aumento de la cartera de crédito, y los depósitos de los clientes aumentaron en 1.084 millones, hasta los 22.192 millones de euros.