Lisboa, 30 jul (EFECOM).- La estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD), el mayor banco de Portugal, obtuvo un beneficio de 282,5 millones de euros en el primer semestre, un 45,6 % más que en el mismo periodo de 2018, informó hoy la entidad.
En un comunicado remitido a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM), la CGD explicó que la actividad en Portugal contribuyó con 196,5 millones (un 65,6 % más), mientras el negocio internacional llegaron otros 86 millones (14 % más).
A los resultados del grupo contribuyó el crecimiento del producto bancario global -equivalente a los ingresos-, que alcanzó los 908,2 millones, el 2,1 % más.
Este crecimiento se produjo a pesar de que el margen financiero -diferencia entre los intereses pagados por los depósitos y los cobrados por los créditos- bajó un 2,5 % en el grupo, hasta los 579,9 millones de euros, por la coyuntura de las tasas de interés y su impacto en la cartera de crédito y activos financieros.
Los costes de estructura "mantuvieron su trayectoria descendente": los de personal se redujeron un 7,8 % (296,7 millones) y los administrativos un 13,3 % (134,2 millones).
El banco matizó que los costes de estructura incluyen un impacto extraordinario de 35,5 millones de euros para los programas de prejubilaciones y rescisiones por mutuo acuerdo.
La cartera de crédito a clientes se situó en 49.449 millones de euros, un 3,3 % menos frente al cierre de 2018, debido sobre todo a las ventas de crédito moroso y al desapalancamiento en algunos sectores, especialmente el público y las grandes empresas.
El crédito en riesgo mejoró hasta el 7,3 % del total (10,7 % en junio de 2018), mientras que la ratio de solvencia "CET 1 fully implemented" se situó en el 14,8 %, siete décimas por encima del dato de hace un año.
El número de trabajadores de CGD Portugal se situó al cierre de junio en 7.083 empleados, 336 menos que un año antes, con 520 sucursales (2 menos).
El banco fue sometido en 2017 a un proceso de recapitalización acordado entre el Gobierno portugués y la Comisión Europea, que reforzó el capital en cerca de 5.000 millones de euros, a cambio de una reestructuración y de la venta de algunas filiales extranjeras.