Enagás logró un beneficio neto de 216,1 millones de euros en el primer semestre de 2019, el 1,68 % menos que un año antes, en tanto que su facturación bajó el 12,5 %, hasta 683,2 millones, por los menores ingresos regulados y los extraordinarios de 12 millones que contabilizó un año antes.
Según las cuentas remitidas por el gestor del sistema gasista a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, los ingresos por actividades reguladas descendieron el 2,2 % (535,7 millones)) y la partida de otros ingresos de explotación, el 53,5 % (63,1 millones).
El beneficio bruto de explotación (ebitda) se situó en 508,6 millones de euros entre enero y junio, cifra inferior en el 6,71 % a la del primer semestre de 2018, según la compañía, cuyas cuentas siguen reflejando el impacto de la incorporación de la regasifiadora chilena GNL Quintero, que pasó a consolidar por el método de puesta en equivalencia desde el 15 de febrero.
En términos proforma -asumiendo la consolidación desde el inicio de ambos años- los ingresos totales cayeron el 5,2 % y el resultado bruto de explotación se mantuvo estable.
La demanda de gas natural se incrementó en España el 9,4 %, hasta los 195,5 teravatios hora (TWh), la mayor cota desde 2010, según Enagás, que ha subrayado que la buena evolución de la demanda "está ayudando a que el sistema presente superávit neto anual desde 2018 y se espera que el pago de la deuda se produzca antes de lo previsto".
La inversión neta ascendió a 645,0 millones de euros, frente a los 102,1 millones de un año antes, debido, principalmente, a la inversión en Tallgrass por importe de 618 millones de euros.
Enagás comunicó en marzo la adquisición de una participación indirecta del 10,93 % del gestor de instalaciones de gas estadounidense por 590 millones de dólares (unos 530 millones de euros).
A cierre de junio, la deuda neta de Enagás era de 4.117 millones de euros, frente a los 4.275 millones de euros del finales de 2018 (cifra que incluía la deuda de GNL Quintero).