El gobierno argentino convocó una licitación nacional e internacional este miércoles para diseñar y construir el cuarto gasoducto en Vaca Muerta, importante yacimiento de hidrocarburos, con la meta de satisfacer la demanda y transportar un mínimo inicial de 15 millones de metros cúbicos diarios.
Neuba I, Neuba II y Centro Oeste, los tres gasoductos que movilizan el gas natural desde Vaca Muerta, la gigantesca formación de hidrocarburos no convencionales de Argentina que se extiende por 30.000 kilómetros cuadrados sobre el epicentro en la provincia de Neuquén (suroeste), se encuentran saturados en su capacidad de transporte.
El Ministerio de Energía publica la convocatoria de licitación para construir y diseñar el cuarto gasoducto en el yacimiento, que permitirá ahorrar 240 millones de dólares en la importación de gas natural licuado, la cual trataba de satisfacer la demandas que el propio país austral no podía atender.
La construcción de la primera etapa del gasoducto, que el gobierno argentino espera se complete en el invierno de 2021, tendrá una capacidad inicial mínima de 15 millones de metros cúbicos diarios, que podrá ser ampliada en sucesivas etapas hasta alcanzar 40 millones de metros cúbicos al día para satisfacer la demanda futura de gas natural del país.
La infraestructura de dicho sistema de transporte se extenderá por aproximadamente 570 kilómetros, desde las cercanías de la planta de tratamiento de Tratayén, en la provincia del Neuquén, hasta la planta compresora Saturno, en las cercanías de la localidad de Salliqueló, provincia de Buenos Aires.
Los proyectos licitadores se presentarán el próximo 12 de septiembre.
En una segunda etapa, el gobierno planea que dicha infraestructura continúe otros 470 kilómetros hasta las cercanías de la localidad de San Nicolás, en la provincia de Buenos Aires.
La producción de Vaca Muerta creció de manera sostenida durante los últimos dos años, indicó el gobierno.
Como consecuencia, en junio de este año, la producción total de gas del país creció 5,8 % con respecto al mismo mes del año anterior, siendo el valor más alto de los últimos 11 años.
Entre 2006 y 2013, Argentina pasó de tener un superávit comercial energético de 6.100 millones de dólares a un déficit de 6.900 millones de dólares.