El fondo suizo Parter Capital, que ha comprado las plantas de la multinacional de aluminio Alcoa en La Coruña y Avilés, mantendrá toda la plantilla de trabajadores de ambas instalaciones, aproximadamente 630 empleados, dos años como mínimo, y ha propuesto proyectos de reindustrializaición para los dos centros.
Alcoa ha informado en un comunicado que ha completado la venta de sus dos filiales españolas que operan y son titulares de las plantas de aluminio de la multinacional en Avilés y La Coruña, una transacción que estaba pendiente de que Parter Capital presentara garantías de liquidez para la operación de las plantas, como hizo ayer.
La compra, con efecto inmediato, incluye las fundiciones de ambos centros y la planta de pasta de A Coruña, que se encuentran operativas en la actualidad, así como las series de electrólisis que se encuentran paradas.
Parter Capital ha propuesto proyectos de reindustrialización para ambos centros y un posible rearranque de las electrólisis de las fábricas.
Al inicio del conflicto, cuando Alcoa anunció su intención de cerrar ambas plantas trabajaban en la planta de A Coruña 369 trabajadores y en la de Avilés 317.
Las series de electrólisis tienen una capacidad conjunta de 124.000 toneladas métricas al año y se han mantenido en condiciones de ser rearrancadas para que el comprador que adquiera las plantas pueda volver a ponerlas en marcha.
El socio director de Parter Capital, Rüdiger Terhorst, ha explicado en ese comunicado que la intención de su grupo es "construir un futuro positivo y duradero que incluya grandes oportunidades para las plantas en los mercados de aluminio reciclado".
El vicepresidente ejecutivo de Alcoa y presidente del negocio de Aluminio, Timothy Reyes, ha dicho que el resultado es el que mejor podían haber esperado y ha agradecido al Gobierno central, a los de Asturias y Galicia, y a los representantes de los trabajadores su apoyo durante el proceso.
Alcoa tiene previsto registrar cargos en el tercer trimestre de 2019 relacionados con su desinversión por importe de aproximadamente 135 millones de dólares (unos 121 millones de euros).
Espera que los desembolsos en efectivo sean de aproximadamente 115 millones de dólares (unos 103 millones de euros) en los próximos dos años, de los que en torno a la mitad se pagará en 2019.