La empresa estadounidense de alquiler de vehículos con conductor Lyft anunció hoy de que, en lo que lleva de año fiscal, ha perdido 1.782 millones de dólares, cuatro veces más de lo que perdió en el mismo período de 2018, pero a su vez mejoró las previsiones de ingresos para este 2019.
La empresa con sede en San Francisco (California, EEUU) facturó entre enero y junio 1.643 millones de dólares, casi el doble de los 902 millones ingresados en los seis primeros meses de 2018, pero sus gastos se triplicaron, lo que explica el gran incremento en las pérdidas.
Durante este mismo tiempo, los inversores de Lyft perdieron 11,38 dólares por acción, frente a los 20,09 de hace un año.
Estas cifras, sin embargo, deben contextualizarse en el particular ejercicio que está viviendo la compañía con su salida a bolsa el pasado 29 de marzo, ya que una parte sustancial de los gastos -como por ejemplo una partida de 859 millones por compensaciones accionariales- están vinculados precisamente a esa operación.
La empresa californiana, que restringe sus operaciones a EEUU y Canadá, ha ganado un 41% de pasajeros durante el último año hasta situarse en los 21,8 millones de usuarios activos, a la vez que ha incrementado el ingreso medio por pasajero un 22%, de los 32,67 dólares a los 39,77.
Más allá de estas cuentas, lo que realmente cautivó la atención de los mercados este miércoles fue la decisión de Lyft de aumentar su previsión de ingresos para el conjunto de 2019, que pasó de entre 3.275 y 3.300 millones de dólares a entre 3.470 y 3.500 millones.
Lyft presentó sus cuentas relativas al primer semestre del año justo un día antes de que lo haga su gran rival y principal competidor en el mercado estadounidense, Uber, que anunciará resultados el jueves al cierre de los mercados.