Pekín, 9 ago (EFECOM).- La inflación en China sigue al alza tras aumentar un 2,8 % interanual en julio, su cota más alta desde febrero de 2018, según datos oficiales publicados este viernes.
La cifra de julio del principal indicador de la inflación, el índice de precios al consumidor (IPC), publicada por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), es 0,1 puntos porcentuales superior a la registrada en mayo y junio.
Una vez más, los bienes que tiran hacia arriba de los precios son los alimentos, que subieron un 9,1 %, principalmente debido a que la fruta y el cerdo siguen cotizando muy por encima de lo que lo hacían hace un año.
Según el director de la División Urbana de la ONE, Dong Yaxiu, los estragos que la epidemia de peste porcina africana ha causado sobre la población de cerdos son los principales responsables de la subida del 27 % en los precios (un 7,8 % más caros que en junio) de su carne, uno de los productos más demandados por los consumidores chinos.
Las frutas frescas costaron en julio un 39,1 % más que en el mismo mes del año anterior, algo que el Gobierno achaca al "clima extremo".
No obstante, debido a que los mercados recibieron melones de temporada, el precio de la fruta bajó un 6,2 % entre junio y julio.
Dong apunta que las subidas interanuales de los precios de fruta y carne de cerdo aportan 1,22 de los puntos porcentuales de la subida del IPC en el séptimo mes del año.
"Con el suministro de cerdo desplomándose todavía, parece que el IPC general seguirá subiendo en los próximos meses", pronostican Julian Evans-Pritchard y Martin Rasmussen, analistas de la consultora Capital Economics.
El precio de los huevos, por su parte, se incrementó en un 10,5 %.
El aumento de los precios no alimentarios fue del 1,3 %, una décima menos que el mes anterior. Los precios del sector servicios, la sanidad y la educación, cultura y entretenimiento se encarecieron un 3,4 %, 2,6 % y un 2,3 %, respectivamente.
Dentro del sector sanitario, la medicina tradicional china registró una subida del 4,7 %, por un 4,5 % de la llamada "medicina occidental".
Por otra parte, los precios de la ropa subieron un 1,8 % interanual, de la vivienda, el 1,5 %, y de bienes y servicios inmobiliarios, un 0,8 %.
Por contra, los precios del transporte y las comunicaciones cayeron un 2,1 % interanual, con el combustible como principal responsable del descenso, con un 9 % menos.
En el acumulado de los primeros siete meses del año, la media interanual del incremento de los precios ha sido del 2,3 %.
CAE LA INFLACIÓN MAYORISTA
La ONE también divulgó hoy el dato del índice de precios a la producción (IPP), medidor de la inflación mayorista, que registró su primera caída interanual -del 0,3 %- desde agosto de 2016.
Esto se debe, según Evans-Pritchard y Rasmussen, a un mayor descenso en los precios de las materias primas, que siguen la tendencia global: en julio, bajaron un 2,9 %.
El único sector que se encarece con respecto a julio del año pasado es el de la minería y separación de metales no ferruginosos (+23,7 %), mientras que hay bajadas importantes en los precios de industrias como la de extracción de petróleo y gas (-8,3 %) o la del papel y sus derivados (-7,1 %).
El análisis de Capital Economics destaca que los precios de los insumos industriales manufacturados también registraron caídas, "lo que sugiere que la demanda de la producción industrial china está declinando", y prevé una mayor deflación del IPP en los próximos trimestres.
Ambos expertos creen que la desaceleración económica se sumará a un descenso de la actividad constructora, que, por su parte, tirará hacia abajo de los precios del acero chino.
En su opinión, el IPC y el IPP de julio muestran que "China se enfrenta a lo peor de ambos mundos", con la inflación minorista erosionando la confianza de los hogares y el crecimiento de los ingresos reales, mientras que la mayorista presionará aún más los beneficios de las firmas industriales, que cayeron un 2,4 % en el primer semestre.
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