El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo este martes que su Gobierno no ha renunciado al proyecto de construir un canal interoceánico por este país centroamericano.
"No hemos renunciado. Tenemos con el pueblo nicaragüense el compromiso de que se haga realidad el canal de Nicaragua", afirmó el mandatario durante un discurso en ocasión del acto conmemorativo del 39 aniversario de la Fuerza Naval.
"Nuestro compromiso es seguir trabajando por la construcción del canal interoceánico de Nicaragua", señaló Ortega, que no se había referido a ese proyecto desde mucho antes de que estallara la crisis que atraviesa el país y que ha dejado cientos de muertos, decenas de miles exiliados y una economía en caída libre.
En su discurso, el gobernante afirmó que la construcción del canal interoceánico, a cargo de la firma china HKND Group, "es un proyecto aprobado por la mayoría de los nicaragüenses".
También subrayó que no fueron los sandinistas quienes tuvieron la idea de esa vía húmeda, sino que fueron los estadounidenses y los británicos desde mediados del siglo XIX.
En 2013, el Gobierno de Nicaragua otorgó a HKND Group la concesión para el canal por un período de 50 años, prorrogables por otros 50.
Según su diseño, el proyecto consiste en una vía húmeda de 275,5 kilómetros de longitud, de 230 a 280 metros de ancho y 33 metros de profundidad, e incluye dos puertos, un aeropuerto, dos lagos artificiales, dos esclusas, un área de libre comercio y complejos turísticos, entre otros.
El canal entraría en operación, según los cálculos de la compañía, cinco años después del inicio de las obras más importantes, es decir, la excavación del canal y la construcción de la esclusa oeste, cuyo comienzo estaba previsto para el primer semestre de 2017, tras sucesivos atrasos por diversos motivos.
El costo del proyecto, sobre el que la fecha del inicio de las obras sigue siendo incierta, está calculado en 50.000 millones de dólares, de acuerdo con HKND Group.
El 13 de junio pasado, el Gobierno tenía manos libres para activar la cláusula del Acuerdo Marco del proyecto del canal que indica que si sus subproyectos no están concluidos en 6 años a partir de su oficialización, en 2013, podía cancelar la concesión a la firma china.
Para que la cláusula entrara en vigor el Gobierno tenía que invocarla, lo que no ha ocurrido, y notificarla a la contraparte.