La morosidad de la banca española -porcentaje de créditos impagados respecto al saldo crediticio- descendió en junio hasta el 5,35% desde el 5,64% del mes anterior, lo que la sitúa en su nivel más bajo desde junio de 2010 debido a una nueva reducción de los créditos dudosos y al aumento del saldo crediticio total, según datos provisionales del Banco de España difundidos este jueves.
En concreto, los créditos impagados bajaron en junio en cerca de 3.000 millones de euros respecto al mes anterior, el 4,3 %, hasta 65.007 millones de euros, la cantidad más baja desde diciembre de 2008.
El crédito total concedido a familias y empresas creció casi en 12.000 millones de euros, el 1,01% y se situó en 1,215 billones de euros, nivel similar al registrado en octubre de 2018.
Sin incluir los cambios metodológicos, la ratio de morosidad se situaría en el 5,51%, puesto que el saldo de crédito fue de 1,178 billones de euros en junio de este año al excluirse el crédito de los ECF. En cualquier caso, la tasa de morosidad se situó 8,25 puntos porcentuales por debajo del máximo histórico marcado en diciembre de 2013, cuando se colocó en el 13,6%.
TEMOR A LA DESACELERACIÓN
Joaquín Robles, analista de XTB, ha advertido de que, pese al fuerte descenso de la morosidad en los últimos años, existe el temor a que una desaceleración económica en Europa pueda revertir esta tendencia, ya que un empeoramiento económico podría provocar un mayor desempleo en España, lo que podría generar más préstamos morosos.
Durante las últimas semanas, los inversores han empezado a descontar nuevas medidas de estímulo por parte del BCE, como bajar nuevamente los tipos y llevar a cabo una nueva roda de compra de activos.
Según el analista, estas nuevas medidas de estímulo "podrían continuar favoreciendo el crédito a tipos bajos del que han estado disfrutando los inversores durante los últimos años".