Barcelona, 25 ago (EFECOM).- La confluencia de las huelgas de los trabajadores de tierra de Iberia y de los vigilantes de los controles del aeropuerto de Barcelona-El Prat no ha alterado este domingo la actividad normal del aeródromo, al igual que ayer, debido a la cancelación preventiva de vuelos y a los servicios mínimos.
En la segunda jornada de huelga de la plantilla de Iberia Airport Services, el ambiente ha vuelto a ser de normalidad, sin que se hayan reproducido las colas o las escenas de caos que provocaron otros paros hace pocos años.
Iberia Airport Services, la filial de Iberia que presta servicio de tierra a una treintena de compañías aéreas, ha destacado en un comunicado que la huelga transcurre "con normalidad y sin ninguna incidencia".
Esta relativa normalidad se debe al cumplimiento de unos servicios mínimos que el comité de empresa considera exagerados y a la cancelación de unos setenta vuelos, la mayoría de Vueling (un total de 66), aunque también de British Airways y otras aerolíneas.
Iberia señala que el seguimiento de la huelga entre los empleados que no están afectados por los servicios mínimos es del 10 %, mientras que el comité asegura que dos de cada tres de este grupo no ha ido a trabajar.
El Aeropuerto de Barcelona tenía programados para ayer, sábado, mil operaciones con una oferta máxima de plazas de 190.000, mientras que para hoy la cifra asciende hasta las 1.075 operaciones y 200.000 plazas.
En conjunto, el paro de los trabajadores de Iberia encargados de servicios como el embarque o la carga y descarga de las maletas ha llevado a las compañías aéreas a cancelar unos 140 vuelos durante todo el fin de semana, de los que 112 son de Vueling, la aerolínea con más peso en El Prat.
Estas cancelaciones han obligado a Vueling a recolocar o abonar la cuantía del vuelo a unos 18.000 pasajeros.
La plantilla de Iberia, integrada por unos 2.700 trabajadores, reclama a la empresa la conversión a fijos de los contratos temporales, que representan el 50 %, y piden nuevas contrataciones para solucionar el exceso de carga de trabajo.
En los controles de seguridad, la huelga indefinida de los vigilantes de Trablisa tampoco se está traduciendo en muchas colas, ya que las esperas en los filtros no superan los 20 minutos, según fuentes del aeropuerto.
Para hacer frente a la situación excepcional que se producía este fin de semana en el aeródromo catalán, el aeropuerto ha reforzado servicios como los de restauración en El Prat.
El comité de Iberia, controlado por UGT, ha instado a la dirección a sentarse a negociar la semana que viene para tratar de llegar a un acuerdo que permita desconvocar los nuevos paros previstos para el 31 de agosto y el 1 de septiembre.
Los vigilantes de Trablisa reclaman mejoras salariales y laborales que la compañía rechaza negociar con el argumento de que se está cumpliendo de manera estricta el convenio colectivo y el laudo de 2017, con el que se cerró la huelga de hace dos veranos en el colectivo de trabajadores de los controles de seguridad.
Esta protesta, que cumple este domingo la jornada número 17, se mantiene sin que ni siquiera se haya concretado fecha para una reunión de mediación.