Berlín, 27 ago (EFECOM).- El expresidente de Volkswagen Ferdinand Piëch, considerado el arquitecto de la expansión mundial del grupo, ha fallecido a los 82 años, ha informado el consorcio, que ha ordenado que las banderas ondeen a media asta en su memoria en todas sus plantas.
Piëch, que presidió el grupo entre 1993 y 2002 y, posteriormente, dirigió el Consejo de Vigilancia, "organizó, impulsó y marcó de forma determinante el desarrollo del automóvil, de la industria y sobre todo de Volkswagen como consorcio global de movilidad" desde los años sesenta, según el actual presidente del Consejo de Vigilancia, Hans Dieter Pötsche.
El presidente del grupo, Herbert Diess, ha recordado que, como joven ingeniero y con vehículos legendarios como el 917 y el triunfo en Le Mans, Ferdinand Piëch convirtió a Porsche en una marca en el deporte del motor y se refirió asimismo a sus innovaciones como los motores quattro y TDI, con las que logró llevar a Audi hacia adelante y convertirla en una marca superior.
La muerte de Piëch, ocurrida este domingo, es el punto final de la biografía de un personaje que empezó siendo un muchacho con problemas en la escuela y terminó convirtiéndose en uno de los directivos empresariales mas poderosos del mundo, al frente de Volkswagen.
Piëch era legasténico, lo que llevó a que algunos de sus profesores de colegio considerasen que no podría ir a la universidad.
Su madre, Luise Piëch, hija del legendario Ferdinand Porsche, que diseñó el emblemático escarabajo, reaccionó a las malas calificaciones del tercero de su hijo enviándolo a un internado.
Pïëch diría más tarde en su autobiografía que había muchas cosas que sólo se podían hacer en solitario y sin ayuda porque "uno no puede abandonarse a sí mismo".
En el internado y lejos de la familia, Piëch se interesó por cuestiones técnicas y, contra el pronóstico de sus profesores, estudió ingeniería y se graduó en 1962 con un trabajo sobre los motores de Fórmula 1.
Comenzó a trabajar en Porsche, donde desarrolló el Porsche 917 que en 1970 ganó las 24 horas de Le Mans.
En 1993, Piëch convenció a los dos miembros mas importantes del Consejo de Vigilancia de la Empresa, el entonces primer ministro de Baja Sajonia y posteriormente canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente del sindicato del metal Klaus Zwickel, de ponerlo al frente de Volkswagen.
Piëch, ante la crisis, y con el apoyo de su mano derecha Peter Hartz, afrontó la crisis de la compañía con medidas drásticas como la introducción de la semana de cuatro días, sin compensación salarial, la flexibilización de la jornada laboral y una reducción de costos en el desarrollo de los diversos modelos.
Cuando Piëch dejó la presidencia del consorcio, en 2002, para pasar al Consejo de Vigilancia Volkswagen había duplicado su facturación y tenía beneficios récord.