El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió ese jueves nuevamente un 1,7% y cerró en 56,71 dólares el barril, en lo que sigue siendo una reacción a la importante reducción en los inventarios de crudo en EEUU, así como a una cierta distensión en la guerra comercial con China.
Al final de las operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros de WTI para entrega en octubre sumaron 0,93 dólares con respecto al cierre del miércoles.
Los precios del petróleo de Texas subieron así cerca del 2% en lo que los analistas interpretan una continuación a la reacción de ayer a una fuerte caída en los inventarios de EEUU.
La Administración de Información de Energía del gobierno de EEUU dijo el miércoles que las existencias de crudo estadounidense cayeron la semana pasada en 10 millones de barriles, mientras que las existencias de gasolina y destilado cayeron en 2,1 millones de barriles.
A esto se añade una amortiguación en las preocupaciones sobre una desaceleración en el crecimiento económico debido a la guerra comercial entre EEUU y China, los mayores consumidores de petróleo del mundo.
China dijo que quiere resolver su prolongada disputa comercial con la economía más grande del mundo con una actitud "tranquila".
Cuando se le preguntó sobre su guerra comercial en curso conEEUU el Ministerio de Comercio de China dijo el jueves que se oponía al aumento de las tensiones comerciales, insinuando que las autoridades chinas no tomarán represalias contra la última ronda de aranceles estadounidenses.
La guerra comercial entre EEUU y China se intensificó a principios de este mes cuando China dio a conocer nuevos gravámenes sobre productos estadounidenses por valor de 75.000 millones de dólares.
El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció después que aumentaría los aranceles sobre una gran cantidad de productos chinos a partir de septiembre.
Pero tras la reunión del G7, parece que se ha producido una cierta distensión entre China y EE.UU., lo que podría frenar un deterioro de la economía y favorecer el consumo de crudo, según los analistas.