Economía

Italia se estanca y su desempleo sube mientras espera el nuevo Gobierno

30 agosto, 2019 16:15

Roma, 30 ago (EFECOM).- La economía italiana se estancó en el segundo trimestre del año, la tasa de desempleo subió en julio al 9,9 % y la inflación avanzó solo un 0,5 % en agosto, datos negativos para Italia que se conocieron este viernes, cuando el Movimiento Cinco Estrellas y el Partido Demócrata negocian su futuro Gobierno.

"Son datos negativos para la economía que confirman la necesidad de un cambio de ruta, una nueva etapa política", afirmó este viernes el secretario general del Partido Demócrata (PD), Nicola Zingaretti, tras conversar con Giuseppe Conte, encargado de formar el nuevo Ejecutivo, tras el pacto de coalición entre el M5S y el PD.

El Instituto Nacional de Estadística italiano (Istat) dio hoy un toque de atención a Italia, que se encuentra en una situación económica de parálisis muy delicada y que podría verse significativamente golpeada si se confirman los signos de un frenazo económico a nivel global.

El istat ratificó lo que ya avanzó en julio, que el producto interior bruto (PIB) italiano se estancó en el segundo trimestre del año, pero revisó a la baja su estimación interanual, pues en julio había dicho que había sido nula y ahora ha constatado que el PIB cayó un 0,1 % en comparación con el segundo trimestre de 2018.

Además, calculó que, si nada cambia, el crecimiento económico de Italia este año será cero, inferior al escaso 0,2 % que pronosticó en abril el Gobierno del M5S y la ultraderechista Liga.

A este jarro de agua fría se ha sumado otro más: la tasa de paro aumentó en julio al 9,9 %, es decir, 0,1 puntos porcentuales más respecto a junio, y la juvenil al 28,9 %; 0,8 puntos porcentuales más respecto al mes anterior, según datos provisionales.

El IPC solo avanzó un 0,5 % en agosto respecto a julio, una cifra muy alejada de la media de la eurozona, que en agosto se mantuvo en el 1 % respecto al mes anterior.

Italia esta en un momento sensible para su economía, sin apenas crecimiento y con una ingente deuda que no ha hecho más que ensancharse desde la crisis de 2008, de la que el país no ha salido aún.

El nuevo Ejecutivo del M5S y el PD, con Giuseppe Conte como primer ministro, deberá atajar esta situación y las dos formaciones ya han adelantado que elaborarán un plan político que impulse la economía y favorezca la contratación.

"Es necesario elaborar un plan que potencie el empleo, la inversión pública y también que incentive la inversión privada para lograr un mayor desarrollo", apuntó este viernes el secretario nacional del PD.

Las dos formaciones negocian a contrarreloj pues Italia se enfrenta en pocas semanas a citas cruciales como la elaboración de un cuadro macroeconómico para 2020, que tendrá que presentar ante el Parlamento antes del 27 de septiembre, y unos Presupuestos Generales para el próximo año que deberá enviar a la Comisión Europea antes del 15 de octubre.

Será fundamental comprobar si el futuro gabinete de los antisistemas del Cinco Estrellas y los centroizquierdistas del PD rectifican las previsiones macroeconómicas de la anterior administración.

El M5S y la Liga calcularon el pasado abril que la economía italiana crecería en 2019 un 0,2 %, y un 0,8 % en 2020; mientras que el déficit sería del 2,4 % en 2019 y del 2,1 % en 2020; y la deuda pública se situaría en el 132,6 % del PIB en 2019 y en el 131,3% en 2020.

Tendrán también que elaborar un plan presupuestario para el próximo año.

Por ahora, el PD ha pedido al M5S -en las conversaciones que aún están manteniendo para crear su futura alianza- que firmen para la próxima legislatura un nuevo programa económico y social centrado en la igualdad social, territorial y generacional, y que potencie las inversiones y el crecimiento.

El M5S ha defendido reducir la presión fiscal a las familias y a las empresas, y que el impuesto sobre el valor añadido (IVA) no aumente desde el próximo 1 de enero, para lo que el futuro Ejecutivo deberá encontrar recursos por valor de 23.000 millones de euros.

En Italia hay un IVA al 4 % para los bienes de primera necesidad, que seguiría invariable, uno del 10 % para los bienes y servicios turísticos y algunos bienes alimentarios, que si el Gobierno no lo evita subirá al 13 % desde el 1 de enero próximo, y un tercero para los demás productos y servicios que pasaría del 22 % actual al 25,2 %.