(Actualiza con el cierre de la Bolsa)
Buenos Aires, 3 sep (EFECOM).- La Bolsa de Buenos Aires se hundió este martes un 11,90 %, mientras el precio del dólar se mantuvo estable en la segunda jornada con controles en el mercado cambiario de Argentina, afectada desde hace semanas por las turbulencias financieras y las tensiones electorales.
Las acciones líderes se desplomaron, con los títulos de energéticas y bancos con caídas por encima del promedio, arrastradas por el comportamiento negativo en Wall Street y por la persistente incertidumbre entre los inversores respecto de la evolución política y económica local.
El parqué argentino acumula fuertes pérdidas, con algunas jornadas de verdadero pánico inversor, desde el revés sufrido en las primarias del 11 de agosto por el presidente argentino, Mauricio Macri, quien aspira a la reelección en octubre próximo.
Desde entonces, acciones, bonos y el precio de la divisa estadounidense registran bruscas fluctuaciones, con mercados altamente reactivos a la puja electoral y medidas como la extensión de los vencimientos de deuda y las restricciones cambiarias anunciadas en los últimos días.
La obligación para los exportadores de liquidar divisas y los límites a la compra de dólares y las transferencias al exterior lograron que, por segunda jornada consecutiva, el tipo de cambio se mantuviera estable este martes, aunque esta vez con intervención del Banco Central volcando dólares a la plaza cambiaria.
El valor de la moneda estadounidense abrió al alza, pero finalmente cerró a 57 pesos para la venta en el estatal Banco Nación, igual precio que al cierre de este lunes.
En el distrito financiero de Buenos Aires, casas de cambio y bancos operaron hoy con mayor normalidad, tras un lunes con alta afluencia de clientes alterados por los nuevos controles, que afectan sobre todo a las empresas.
Con el cambio de reglas, los argentinos han vuelto a prestar atención a la cotización del dólar en el mercado informal, el denominado "dólar blue", que, según medios locales, cerró a 61 pesos.
En medio de la crisis y cuando restan pocos días para el inicio de la campaña presidencial, que formalmente comenzará el próximo sábado, el candidato más votado en las primarias, el peronista Alberto Fernández, está de viaje en Madrid, donde este martes se reunió con la presidenta del Banco Santander, Ana Botín.
En un encuentro clave para el candidato, que obtuvo en las primarias el 47,78 % de los votos, Botín reafirmó el compromiso del banco con Argentina y su intención de mantener su inversión en ese país, donde emplea a unas 9.000 personas.
El candidato peronista, que permanecerá en Madrid hasta el próximo viernes, tiene previsto un encuentro con el presidente del Gobierno español en funciones, el socialista Pedro Sánchez, el próximo jueves.
En Buenos Aires, en tanto, el Gobierno trata de tender puentes con la oposición para lograr apoyos al proyecto de ley para extender los vencimientos de la deuda de medio y largo plazo emitida bajo jurisdicción local.
El Ejecutivo iba a girar la iniciativa al Parlamento esta semana, pero decidió aplazar el envío para buscar antes un mayor consenso con los bloques opositores en el Congreso, donde el oficialismo no tiene mayoría propia.
El diputado oficialista Eduardo Amadeo dijo este martes en declaraciones radiales que el proyecto es "muy complejo porque le da autorización al Ejecutivo para que negocie cómo vamos a pagar la deuda".
Por eso, destacó que el oficialismo está "conversando mucho con la oposición para tratar de transmitirle nuestra necesidad patriótica de llevar tranquilidad a la gente".
Pero el jefe del bloque peronista en la Cámara Baja, Agustín Rossi, cuestionó la iniciativa al señalar que no se le puede dar un trato diferente a los acreedores locales en detrimento a los extranjeros, con los que el Ejecutivo dijo que buscará un acuerdo voluntario para también extender los vencimientos de deuda.
"Esta dualidad, esta división que ha hecho el Gobierno de tratamientos distintos, es un problema", sostuvo.