La Fiscalía Anticorrupción ha asegurado este martes ante la Audiencia Nacional que los antiguos administradores de Bankia, con el aval del auditor externo, infundieron al mercado una "falsa confianza y percepción de la realidad" al incluir unas cuentas "falseadas" repletas de irregularidades en el folleto informativo de la operación.
La fiscal Carmen Launa no sólo ha subrayado durante la exposición de su informe la responsabilidad del expresidente de la entidad Rodrigo Rato y del que fuera su director de riesgos Ildefonso Sánchez Barcoj, sino que ha destacado el papel del socio auditor de Deloitte Francisco Celma, quien informó a favor de los estados contables de 2010 y del primer trimestre de 2011 "sin analizarlos".
"La decisión de informar sin salvedades estaba tomada de antemano", ha indicado Launa, quien se ha referido a los informes de auditoría de Celma, al que no acusaba inicialmente, como "una formalidad sin contenido alguno" ya que "tenía conocimiento de que las premisas de las que partió no se ajustaban a la realidad".
Respecto al folleto informativo entregado a los inversores que acudieron al debut bursátil de julio de 2011, la fiscal ha cargado directamente contra Sánchez Barcoj, como responsable de la dirección financiera del banco, por entregar dicha documentación a los organismos supervisores.
En opinión de la representante del Ministerio Público, "si la información que se aporta es falsa y el auditor la ha validado, difícilmente la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) puede constatar lo contrario".
Ha incidido también en el impacto que tuvo para la nueva entidad el que su matriz, BFA, hubiera supuestamente ocultado deterioros por importe de "6.000 millones de euros" en la integración de las siete cajas del grupo, puesto que "por mucho que (las defensas) hayan intentado romper el cordón umbilical entre ellas, Bankia no surgió de la nada".
En su escrito de conclusiones finales, Launa pide ocho años y medio de cárcel para Rato por supuesta estafa a inversores y falsedad contable.
Una pena sensiblemente superior a la que reclama para el exvicepresidente de Bankia José Luis Olivas y el ex consejero delegado José Manuel Fernández Norniella, que se enfrentan a cinco y seis años de prisión, respectivamente, en tanto que baja a dos años y medio su petición para Sánchez Barcoj.
La acusación se hace extensible a otras diez personas -el ex consejero delegado Francisco Verdú, exconsejeros del grupo con presencia en las comisiones de auditoría como el exministro del Interior Ángel Acebes, el interventor del banco, Sergio Durá y el socio auditor Francisco Celma- para los que solicita entre dos años y seis meses de prisión.