Johannesburgo, 4 sep (EFECOM).- La edición africana del Foro Económico Mundial arrancó hoy en la urbe sudafricana de Ciudad del Cabo, lastrada por el descontento de los países de la región a raíz de los recientes disturbios xenófobos en Johannesburgo y en medio de protestas para visibilizar el problema de la violencia machista.
"Parte de nuestra gente se está tomando la ley por su cuenta (...) Emprender acciones contra gente de otros países no está justificado y nunca se permitirá en nuestro hermoso país. Sudáfrica es un hogar para todos", manifestó hoy Ramaphosa, durante un desayuno con inversores y prensa previo a la apertura del foro.
La imagen del país anfitrión, sin embargo, atraviesa horas bajas a raíz de los disturbios y saqueos xenófobos ocurridos en los últimos días en la zona de Johannesburgo, con un balance de al menos 5 muertos y un centenar de detenidos.
Aunque se trata de un fenómeno relativamente recurrente en la nación más industrializada de África, estos últimos incidentes levantaron críticas públicas de Gobiernos como los de Nigeria, Zambia, Zimbabue o Etiopía, además de suscitar una seria preocupación por la seguridad de los migrantes.
Incluso, en esta jornada de apertura, hubo rumores de que los mandatarios de Ruanda, Malaui y la República Democrática del Congo (RDC) no acudirían al foro de Ciudad del Cabo en protesta por los ataques xenófobos.
Sin embargo, los organizadores negaron la veracidad de estas informaciones y afirmaron que los líderes que no acudirán a la cita simplemente no habían asegurado su presencia o completado su registro.
Sí está confirmada la asistencia a esta edición africana del Foro de Davos de los jefes de Estado de otros países de la región, como los de Botsuana, Namibia, Uganda o Seychelles, así como de cientos de empresarios y expertos de dentro y fuera del continente.
Pero el descontento internacional con Sudáfrica no fue lo único que manchó esta jornada de apertura.
A las afueras del Cape Town International Convention Centre, donde se desarrollará el foro hasta el día 6, se congregaron hoy cientos de personas para protestar contra la violencia machista en Sudáfrica y para reclamar al Gobierno medidas drásticas, ya que en los últimos años, de media, una mujer muere cada ocho horas por culpa de esta lacra.
Las protestas tienen como detonante el reciente asesinato de una estudiante de la Universidad de Ciudad del Cabo, Uyinene Mrwetyana, de 19 años, supuestamente a manos de un empleado de correos.
Su muerte vino seguida de múltiples protestas estudiantiles en las calles y universidades y de campañas en las redes sociales, con llamadas al Ejecutivo para que declare este problema como crisis nacional e incluso reclamaciones para implantar la pena de muerte.
A primera hora, Ramaphosa había admitido también la gravedad de este problema que está haciendo "levantarse" a "las mujeres del país" y aseguró que Sudáfrica va a lidiar con ello "de la forma más severa".
El Foro Económico Mundial para África va a estar centrado en los desafíos de la cuarta revolución industrial y el reto de lograr un crecimiento inclusivo para el continente, cuya economía se espera que crezca un 4 por ciento este año, según el Banco Africano de Desarrollo.
Sudáfrica, como anfitriona y una de las principales potencias económicas de la región, buscará en esta cita atraer inversiones y mejorar la confianza internacional en el país, pese a que su economía se encuentra muy debilitada y que el desempleo y la desigualdad castigan duramente a sus ciudadanos.