La Bolsa de Buenos Aires se recuperaba este miércoles, tras el desplome del martes, mientras la plaza cambiaria permanecía tranquila y pese al empeoramiento de las proyecciones para la economía local, afectada por las tensiones electorales.
Tras haberse derrumbado ayer un 11,9% hasta niveles de agosto de 2017, el S&P Merval, el índice líder del parqué argentino, experimentaba hoy un rebote técnico, con una subida del 6,43%.
El Merval acumula una pérdida cercana al 44% desde que el presidente argentino, Mauricio Macri, quien aspira a la reelección en octubre próximo, sufrió un duro revés en las primarias del pasado 11 de agosto, en las que el peronista Alberto Fernández, de duro predicamento contra la especulación financiera, resultó el más votado, con el 47,78% de los sufragios.
Desde entonces, la plaza bursátil local ha experimentado bruscas fluctuaciones, con los inversores altamente sensibles a las declaraciones de los candidatos presidenciales y a la sucesión de medidas adoptadas por Macri para intentar detener la espiral de la crisis económica.
Estas medidas han incluido los controles cambiarios decretados el pasado domingo y que, desde entonces, han permitido rebajar sensiblemente la tensión en torno al tipo de cambio.
El precio del dólar en la plaza cambiaria local, que desde las primarias acumula un salto del 23%, cerró este miércoles a 57 pesos para la venta en el estatal Banco Nación, idéntico valor que en las dos jornadas previas, nuevamente con el Banco Central interviniendo en el mercado con la venta de divisas.
Los bonos públicos también se recuperaban hoy, en tanto que el índice de riesgo país cedía terreno, hasta los 2.360 puntos básicos, tras alcanzar el martes las 2.523 unidades.
Los mercados se han mostrado más calmados pese a que muchas noticias que afectan a los activos argentinos no son positivas.
La agencia Moody's bajó este miércoles las calificaciones de compañías argentinas, una decisión que deriva de la bajada de la nota del Gobierno de Argentina ante "la creciente expectativa de pérdidas para los inversores como consecuencia de una presión cada vez mayor en las finanzas del gobierno".
Las perspectivas económicas tampoco son buenas: los expertos que mes a mes consulta el Banco Central para su informe de expectativas dieron un sombrío panorama de futuro, empeorando sus pronósticos en forma notable, tras el "agosto negro" vivido en Argentina.
Según estas proyecciones, el país cerrará el año con una inflación anual del 55%, la economía caerá un 2,5% y el dólar cotizará hacia finales de diciembre en 66,7 pesos por unidad.
Las expectativas para 2020 tampoco son esperanzadoras: los expertos vaticinan una inflación del 38% y una caída del 1,1% en la actividad económica, en recesión desde abril de 2018.
Con este panorama son crecientes las reclamaciones, con protestas de organizaciones sociales que hoy se sintieron en las calles de Buenos Aires, una huelga convocada para este jueves por los sindicatos de maestros y hasta los empresarios expresando su preocupación.
En un discurso ante miembros de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Macri dijo este miércoles que la "incertidumbre" tras las primarias ha colocado al país en una situación de "mayor vulnerabilidad", que "claramente significa más inflación y consecuentemente más pobreza".
Reconoció que su Gobierno ha cometido "errores" que serán debatidos en la campaña presidencial que se iniciará el próximo sábado, pero argumentó que la "fragilidad" de la economía le urgió a adoptar medidas para llevar "alivio" a la población y tratar de estabilizar el tipo de cambio.
Entre estas últimas, recordó la decisión de tratar de extender los vencimientos de la deuda pública y los "límites" a las compras de divisas y las transferencias al exterior.
"Ustedes saben que son medidas que no nos gustan y que sólo se justifican en la emergencia y durante un tiempo limitado. Pero fueron implementadas para evitar daños mayores. Fueron diseñadas para ser lo menos invasivas posible", afirmó.
Por otra parte, Macri pidió que todas las fuerzas políticas den "señales reales que reduzcan la imprevisibilidad", un mensaje a la oposición con la que ahora el oficialismo busca tender puentes para sacar adelante en el Congreso un proyecto para extender los vencimiento de la deuda emitida localmente.