Fernando Labrador
La luz verde del Banco de España a la entidad de crédito de MásMóvil es el último peldaño en la dispar estrategia en la rama financiera de las operadoras de telefonía, ya que mientras Vodafone desanda esa senda, Telefónica aumenta su presencia y Orange acelera: está a punto de estrenar su propio banco.
Xfera Consumer Finance acaba de recibir la autorización para operar en España como entidad de crédito y pagos y está constituida por el Grupo MásMóvil, con el 49 %, y Cetelem, filial española de BNP Paribas, con el 51 %.
La alianza de MásMóvil con BNP, que comenzó hace ya dos años, permitirá no solo la financiación de teléfonos móviles y otras compras de sus clientes, sino también otros productos y servicios de crédito, aunque sin llegar a toda la gama de depósitos e hipotecas que ofrece un banco.
Eso sí que lo hará pronto Orange, que el 1 de abril recibió la autorización bancaria plena y a finales de este año estrenará su banco en España: Orange Bank.
Será sucursal del banco homónimo que debutó en Francia en noviembre de 2017 -sobre la base de Groupama, entidad cuyo control accionarial tomó un año antes- y que tiene ya más de 300.000 clientes.
En los planes de la operadora figura que el banco en Francia aporte beneficios al grupo en su sexto año, a partir de 2022.
El lanzamiento del banco en España lo dirige Narciso Perales Dominique, quien fue director de transformación digital de Bankinter.
Fuentes de Orange han confirmado a Efe que mantienen la previsión de empezar a operar en España antes de que acabe 2019.
Desde 2015 y hasta que opere su propio banco, Orange ofrece financiación a sus clientes mediante un acuerdo con Santander.
Telefónica también ha aumentado su presencia en el sector financiero, pero de forma más comedida.
La teleco líder creó una sociedad conjunta al 50 % con CaixaBank en 2014 (Telefónica Consumer Finance) para financiar la compra de teléfonos móviles y otros dispositivos por sus clientes.
En 2017 subió otro peldaño, al crear Movistar Money y ofrecer créditos al consumo a quienes ya hayan financiado la compra de un aparato, con un límite hasta 3.000 euros.
En 2019 ha permitido que esos créditos preconcedidos (sin documentación ni comisiones de apertura) lleguen hasta 4.000 euros y que no estén ligados a la compra de ningún aparato ni a financiaciones previas, por lo que basta con ser usuario de Movistar.
Las fuentes de la compañía consultadas por Efe no desvelan si esta diversificación del negocio principal tendrá más recorrido en el futuro.
En cualquier caso, Telefónica tiene experiencia en explorar nuevas vías, como ha hecho en el mundo de la televisión y los contenidos audiovisuales, del almacenamiento en la nube, de la gestión de vehículos, de videojuegos, de seguros y alarmas o de lectura de libros y revistas digitales (Nubico).
En Vodafone España no hay planes de pisar el terreno de la banca, pese a que también hicieron una incursión años atrás, al igual que las demás operadoras, cuando terminó la época en la que las telecos subvencionaban los móviles para captar o mantener clientes.
La alianza de Vodafone fue con BBVA y al finalizar estudiaron una nueva con Bankinter, pero no fructificó, ya que la operadora decidió ofrecer la financiación de sus terminales con recursos propios, con autorización como entidad de crédito.
Esta posibilidad la mantiene, pero solo para clientes, ligada siempre a la adquisición de dispositivos y con un máximo de 3.000 euros.
Además, decidió retroceder en otros servicios, como el de pago con el móvil, ya que en abril de 2018 cerró Vodafone Wallet.
Fuentes de la operadora explican a Efe que ese mercado estaba muy saturado en Europa, al igual que también consideran que está copado el sector del crédito al consumo preconcedido (con mucha oferta y solo demanda en el nicho "low end"), en el que, sin embargo, entran sus competidoras.