El presidente de Seat, Luca de Meo, ha augurado este martes que la fábrica de Martorell (Barcelona) producirá los próximos años a capacidad máxima, a un ritmo de unos 500.000 coches anuales, dando garantías de empleo, "a no ser que haya una caída brutal del mercado".
De Meo ha destacado la buena salud de la marca española en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort, donde ha apuntado que Seat cerrará 2019 con un nuevo récord de ventas, y suma ya cuatro seguidos, mientras está inmersa en una ciclo de lanzamiento de productos en un contexto de desaceleración del mercado en Europa.
"Vamos a tener la fábrica llena durante unos años. A no ser que haya una caída brutal del mercado, tendremos una planta con medio millón o más de unidades al año. Cuando llegué a Seat (2015) estábamos en 350.000 y hemos hecho crecer la capacidad productiva en un 60 %", ha asegurado en declaraciones a los periodistas.
Martorell, la mayor fábrica de coches e industrial de España, cuenta con tres líneas en las que se ensamblan el Arona y el Ibiza; el Leon y el Formentor (en 2020); y el Audi1.
El máximo directivo de Seat ha destacado que en los últimos años la marca ha contratado a unos 1.600 empleados, y asegura que no fichan a la gente para "tirarlos a la calle a los dos años".
Tras señalar que la planta se ha mantenido abierta todo el mes de agosto por primera vez en su historia, el máximo directivo de Seat ha dicho que la marca se siente también "en una posición de fuerza" en el Grupo Volkswagen, lo que le hace ser optimista respecto al futuro.
Haciendo un símil con el fútbol, ha señalado: "La primera mitad del partido la hemos jugado bien y ahora falta la segunda parte".
"El partido será ahora difícil, va a llover y a hacer frío", ha insistido, en referencia a la conjunción de factores negativos como un mercado a la baja, el incremento de los costes de I+D por la apuesta por la electrificación y eventuales multas por incumplimiento de la normativa europea de emisiones de CO2.
Entre las claves que explican el buen momento de Seat en un momento de desaceleración e incluso de caída de ventas (agosto se cerró en España con una reducción del 30 %), De Meo ha mencionado la confianza del Grupo VW en Seat y una "muy buena" estructura de costes, con la flexibilidad que da contar con plantas de coste más bajo como las de Portugal o Chequia.