Los principales accionistas del Grupo Nyesa han suscrito un pacto parasocial que afecta al derecho de voto y restringe o condiciona la libre trasmisión de las acciones, y que refuerza la posición del accionista español Olaf y Rubí, tal y como ha hecho saber la empresa.
El pacto parasocial lo ha suscrito la sociedad Olaf y Rubí y los inversores rusos Gaber, Eldarov e Ivanov.
Con él, los "accionistas rusos" renuncian a la cesión de los derechos políticos que tenían comprometidos por parte de Olaf y Rubí durante un plazo de dos años, en virtud de otro pacto parasocial suscrito en febrero de este año.
Tras esta decisión, cada accionista ejercerá los derechos que le correspondan en función de las acciones de los que sea titular.
El grupo inmobiliario ha señalado que la empresa española Olaf y Rubí, que tiene un 21,4 % de la compañía, reforzaría así su posición dentro del mismo.
Además, los accionistas firmantes del pacto se comprometen a no vender las acciones de Nyesa hasta el 5 de abril de 2021.
Asimismo, los principales ratifican su interés en el proyecto Narva Loft, un complejo de edificios destinados a apartamentos, oficinas, espacios comerciales y un hotel de cuatro estrellas, y al que califican desde Nyesa de "especial importancia estratégica".
Nyesa ha indicado que Alexander Samodurov ha presentado su dimisión como miembro del Consejo de Administración de la sociedad y ha abandonando el cargo de director general, renunciando, además, a la cesión de los derechos políticos que tenían comprometidos por parte de los accionistas Olaf y Rubí.
El consejero delegado del Grupo Nyesa, Liberto Campillo Molina, ha subrayado el apoyo a la directiva de los principales accionistas de la compañía y refuerzo a la gestión, tanto en los proyectos internacionales de Moscú -Narva Loft- y Costa Rica, como los de comercialización inmobiliaria y la venta de una cartera de viviendas de más de 20.000 m2.