Madrid, 18 sep (EFECOM).- Los niveles medios de rentabilidad de las empresas en España han caído levemente en los últimos meses, tras mantenerse al alza hasta 2018, debido, fundamentalmente al deterioro de la actividad de explotación, en un contexto de desaceleración económica.
Esto se ha traducido en descensos generalizados del resultado económico bruto (REB) en todos los principales sectores, excepto en el de energía, que sería el único con un comportamiento algo más expansivo, según el recuadro "La rentabilidad de las empresas no financieras españolas" del Banco de España que se incluirá en el próximo informe trimestral de la Economía Española.
La rentabilidad de los recursos propios del sector empresarial experimentó un fuerte deterioro como consecuencia de la crisis, y descendió desde el 14,5 % del período 2003-2007 hasta el 5,2 % de 2013, para ir creciendo progresivamente desde ese año, en línea con la recuperación del entorno macroeconómico, hasta un 9,7 % en 2017.
No obstante, la recuperación de la rentabilidad ha sido desigual entre los distintos sectores, ya que mientras que, en las ramas de industria, comercio y hostelería, y transporte y almacenamiento, los niveles de rentabilidad eran ya similares o superiores al período precrisis, en la construcción se encontraban aún muy lejos de aquellas cifras.
Por su parte, los sectores de energía y de información y comunicaciones experimentaron fuertes descensos en su rentabilidad hasta 2013, no solo como consecuencia de la crisis, sino también por el impacto derivado de la creciente competencia que se fue introduciendo en ambas ramas.
Este último factor siguió afectando a ambos agregados durante la posterior recuperación e hizo que, a diferencia de lo ocurrido en el resto de los sectores, sus niveles medios de rentabilidad continuaran descendiendo hasta 2017, aunque de forma ya mucho más moderada.
Si se compara con la situación previa a la crisis, se aprecia que en 2017 hay una mayor concentración de empresas en niveles de rentabilidad positivos (pero moderados), mientras que el porcentaje de compañías con rentabilidades relativamente elevadas (superiores al 10 %) se ha reducido con respecto al que había diez años antes.