Como todo nuevo proyecto, Starters Bootcamp cuenta con una historia detrás. En este caso, todo empezó cuando Fernando Redondo conoció a sus actuales cuatro socios en el grado Liderazgo, Emprendimiento e Innovación de la Universidad de Mondragón, en Madrid. Conversando, descubrieron que el campo universitario necesitaba una nueva metodología de aprendizaje. “Nos dimos cuenta que el sistema educativo español no está pensado para preparar a los más jóvenes de cara a una futura toma de decisiones”, cuenta Redondo.
Starters Bootcamp reúne cada verano a adolescentes de entre 14 y 18 años que, durante 11 días, se sumergen en un entorno idóneo donde “aprenden a pensar, aprenden a aprender y a resolver situaciones a las que no han tenido la necesidad de enfrentarse”. En definitiva, adquieren unas habilidades que no suelen enseñarse en el colegio.
En esos días, los jóvenes, divididos en equipos de cinco, deben crear un proyecto guiado por expertos de diversos campos, “que les aportan una parte teórica para que puedan aplicarla de una forma eficaz y real a su proyecto, para que los conocimientos queden consolidados para los jóvenes”. Concretamente, aprenden a desarrollar modelos de negocios, a diseñar y crear una pequeña empresa, e incluso a crear una marca propia. Siempre reforzado con valores de trabajo en equipo y habilidades como el autoliderazgo y la gestión de conflictos.
La educación empresarial como una garantía de futuro
El informe del IESE, “El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas”, revela que un 72% de las compañías se topan con muchas dificultades para cubrir los puestos de trabajo que ofrecen. La mayoría de candidatos carecen de conocimientos suficientes en materia de funcionamiento de una empresa.
“El problema es que las personas tienen muchos títulos educativos, pero pocas habilidades que puedan desempeñar en un puesto de trabajo. ¿Qué sentido tiene estudiar un grado de 4 años en el que apenas desarrollas una habilidad”, se pregunta Redondo. Es por ello por lo que Fernando está seguro de que dentro de poco van a ser las empresas las que guíen a las universidades para que ofrezcan un tipo de formación específica en función de las necesidades del mercado laboral.
Un programa que integra a todos
Las únicas condiciones para participar en Starters Bootcamp son tener entre 14 y 18 años y ganas de aprender. La iniciativa ha ido creciendo de manera progresiva, pero también de forma imparable. En su primera edición reunieron a 30 jóvenes. En esta última, la tercera, a 200. El objetivo de los impulsores del proyecto es que cualquier adolescente pueda participar en él, sea cual sea su situación social o económica. De esta manera, Starters Bootcamp ofrece sus plazas como becas.
Para ello, es muy importante el papel que juegan las empresas en materia de apoyo. Este año el proyecto ha contado con el respaldo de Banco Santander, a través de la primera edición de Santander Bootcamp, y ha ido dirigido a los hijos de los empleados. En total, 50 jóvenes han participado en él. Como novedad, cabe destacar que se ha celebrado en la Ciudad Financiera Grupo Santander. Aunque los creadores de Starters Bootcamp siguen centrándose en los más pequeños, ya trabajan en proyectos para universitarios que están a punto de entrar en el mercado laboral.