La filial francesa del turoperador británico Thomas Cook se declaró este jueves en suspensión de pagos y apuntó que va a presentar una demanda de liquidación judicial, indicaron los medios franceses.
La decisión se tomó en una reunión del comité central de empresa, en la que las instancias representativas del personal aprobaron por unanimidad ambas medidas.
El turoperador británico, con 178 años de historia, 22.000 empleados y 19 millones de clientes anuales, se declaró en suspensión de pagos el pasado 23 de septiembre, al no lograr los 200 millones de libras (unos 227 millones de euros) que le reclamaban entidades financieras para garantizar su supervivencia.
El Gobierno francés anunció este jueves la activación de un mecanismo de garantía para los clientes de la filial francesa que se encuentran en el extranjero afectados por esa quiebra, que se calculan en unos 10.000.