La dirección de ArcelorMittal ha trasladado este viernes a los sindicatos que está en pérdidas, en una situación de “emergencia total”, en modo supervivencia y que está intentando conservar la fábrica, por lo que ha instado a la parte social a que haga un ejercicio de reflexión y colabore en la toma de las medidas excepcionales que se precisan.
Según CCOO, esta situación la ha trasladado este viernes la dirección de la empresa tras una reunión celebrada con los sindicatos en la residencia de La Granda con la asistencia del consejero delegado del clúster de Asturias de ArcelorMittal, Oswaldo Suárez.
Sobre la situación actual, según este sindicato, Suárez ha insistido en los problemas que arrastra la empresa desde octubre de 2018, como las importaciones de terceros países, el coste energético, la bajada de los precios de venta o el encarecimiento de las materias primas.
Considera que ArcelorMittal se sostiene por su carácter global, ya que la situación en Europa sería insostenible en una coyuntura que califica de “dramática” por el brexit y por el sobrecoste del dióxido de carbono (CO2).
Por otra parte, la dirección de la siderúrgica ha indicado que se mantiene la previsión de arranque de la batería de coque de Gijón para finales de 2019 o primeros de 2020.
La de Avilés dejará de producir el próximo martes continuando las labores de desmantelamiento hasta finales de año.
Se mantiene la previsión de paradas para su reforma de la acería de Avilés y uno de los hornos altos para los primeros días del mes de noviembre.
La acería volvería a estar plenamente operativa a finales de enero y no hay fecha prevista de arranque para el horno alto.
La empresa también ha informado de que la acería de Gijón se ha visto afectada por la falta de arrabio y de pedidos.
La producción del primer semestre fue un 4,5 por ciento inferior a lo presupuestado, debido a problemas de pedidos, averías y de almacenamiento.
Tras la reunión, CCOO ha reprochado a la empresa la falta de información en materia económica, que nuevamente, dice, se le ha denegado, a pesar de haberse comprometido.
A la sección sindical de CCOO le parece una actitud “poco seria” y espera que detrás de la misma “no se oculte una burda estratagema para justificar una bajada de las condiciones salariales y laborales”.