Madrid, 30 sep (EFECOM).- La economía española creció entre abril y junio un 0,4 %, una décima menos que el trimestre anterior como consecuencia del estancamiento del consumo de los hogares y de la inversión, lo que ha recortado casi a cero la contribución de la demanda interna al avance del PIB en el segundo trimestre.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revisado una décima a la baja el dato de crecimiento del segundo trimestre que había adelantado el 31 de julio y ha modificado también la composición de dicho crecimiento, aumentando la contribución de la demanda exterior (exportaciones e importaciones) y minimizando la de la demanda nacional (consumo e inversión).
De los 0,4 puntos porcentuales que creció el PIB en el segundo trimestre, la demanda interna -que en trimestres precedentes ha sostenido el crecimiento económico- solo aportó 0,1 puntos, mientras que la demanda exterior contribuyó con los 0,3 puntos restantes.
El empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció más que la economía, un 0,5 %, si bien supone una décima menos respecto al registrado en el primer trimestre.
La contabilidad nacional publicada este lunes incorpora la información coyuntural disponible desde el 31 de julio que tiene que ver con la balanza de pagos y con las cuentas de las administraciones públicas.
De acuerdo con los resultados difundidos hoy, el consumo de los hogares se frenó totalmente, ni creció ni retrocedió respecto al trimestre anterior, mientras que el gasto en consumo de las administraciones públicas avanzó un 0,4 %, una décima menos que en el primer trimestre.
La inversión también se quedó a cero, después de que la dirigida a maquinaria y bienes de equipo cayera un 1,7 % y la destinada a vivienda y construcción creciera un 0,5 %, una décima menos que el trimestre anterior.
Dentro del sector exterior se produjo un repunte de las exportaciones, que crecieron un 1,7 %, un punto por encima del trimestre anterior, y de las importaciones, que aumentaron un 0,9 %, ocho décimas más que el trimestre precedente.
Por el lado de la oferta, la construcción y los servicios desaceleraron su avance respecto al trimestre anterior, mientras que la industria creció más y la agricultura frenó su caída.
La construcción pasó de crecer un 1,6 a un 0,8 % y los servicios se ralentizaron del 0,8 al 0,5 %, en tanto que la agricultura frenó su caída del 4,1 al 2,7 % y la industria aumentó su ritmo de crecimiento del 0,3 al 0,5 %, a pesar de que la industria manufacturera se mantuvo estancada por tercer trimestre consecutivo.
En comparación interanual, la economía creció en el segundo trimestre el 2 % en comparación con el mismo trimestre de 2018, un avance al que la demanda interna aportó un punto y la demanda externa, el otro punto.
El empleo aumentó a un ritmo del 2,5 % interanual, lo que supuso la creación de 446.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.
La remuneración de los asalariados creció el 5,2 % interanual, dos décimas más que el trimestre anterior, debido tanto al aumento del número de asalariados como de la remuneración media por asalariado.
El excedente bruto de explotación (asimilable al margen empresarial) aumentó el 3,3 % interanual, 1,7 puntos más que en el primer trimestre.
El crecimiento interanual de la economía a precios corrientes fue del 3,9 %, lo que situó en el 1,8 % el deflactor implícito del PIB, que sirve para medir el efecto de la inflación.