Madrid, 30 sep (EFECOM).- El presidente de astilleros Astican y Astander, Germán Carlos Suárez, ha resumido este lunes, durante el III Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi), que "la innovación pasa por abrir puertas y ventanas y dejar que entre aire fresco".
En una mesa redonda sobre innovación en la empresa familiar, el hijo y sucesor del influyente empresario del sector portuario de Canarias Germán Suárez, fallecido el pasado mayo, ha defendido que el espíritu innovador de una empresa ha de impulsarlo y liderarlo el propietario, que también ha de velar para que éste se contagie a toda la plantilla.
"Nuestras empresas han de ser líquidas, para que cada vez que nos cambien de envase puedan adaptarse inmediata y perfectamente", ha añadido durante un debate en el que Ramón Mendiola, consejero delegado de la costarricense Fifco ha abogado por "un capitalismo más holístico" que ayude a afrontar la "enorme cantidad de retos sociales y ambientales" del entorno actual.
Según ha explicado, en 2008 su empresa decidió fusionar la estrategia de negocio con la de responsabilidad social empresarial para convertirse en un referente regional de empresa de triple utilidad (también llamada de triple balance o de triple resultado), es decir, que vela igualmente por un buen desempeño económico, social y ambiental.
A su juicio, la empresa familiar ha de "atreverse a soñar en grande", una idea compartida por Juan Suárez, director creativo de la joyería de diseño Aristocrazy, que sin embargo considera que "los ejecutivos son tremendamente miedosos y ese miedo se contagia", por lo que ha de ser "la familia la que impulse" la innovación.
Suárez también ve clave que las empresas familiares adopten nuevos modelos de gestión, ya que "captar talento con un César al frente de la empresa es muy difícil", y advierte de que se avecina un "segundo tsunami" de la digitalización empresarial, en este caso relacionado con los datos, que "será mucho peor que el primero".